El Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) denunció que los brazaletes electrónicos no alcanzan y que no cuenta con los recursos humanos suficientes para realizar los monitoreos correspondientes a los más de 40.596 presos que tienen detención domiciliaria en el país.
De acuerdo con el Inpec, sólo hay un equipo disponible por cada diez presos con domiciliaria, por lo que las posibilidades de fuga son enormes. De hecho, el año pasado se registraron 189 fugas de presos que tenían el dispositivo.
Según explicó el Inpec, las visitas de revisión se hacen cada 6 ó 12 meses por falta de personal. En Bogota, por ejemplo, en la cárcel Picota hay dos dragoneantes para hacer 600 visitas al mes.
“De acuerdo a las disponibilidades que tenemos nosotros y los medios se pasan las revistas”, aseguró el general Jorge Luis Ramírez, director del Inpec, a Noticias RCN.
En este momento, el Inpec cuenta con 4.400 brazaletes y el Gobierno anunció que antes de finalizar este año se adquirirán 1.600 más. El problema es que desde hace 6 años no se amplía el personal y el déficit es de 16.000 guardianes.