Farc hablan ahora de corrupción electoral: Campañas navegan en ríos de dineros del erario público y de negocios non sacntos
–Los cabecillas de las Farc instalados en La Habana decidieron ahora terciar en el debate sobre las elecciones regionales del próximo 25 de octubre en Colombia y afirman que las campañas de las nuevas generaciones de delfines y testaferros, navegan en ríos de dineros del erario público y de negocios non sacntos» y que los candidatos avalados por partidos y movimientos políticos «con pocas excepciones, más parecen redes delincuenciales al servicio de intereses personales».
Las precisiones las hacen en un comunicado colgado en la web del grupo guerrillero, titulado «derrotemos la corrupción electoral», en el cual dicen «expresar algunas preocupaciones sobre comportamientos que desdibujan el sentido democrático que debieran caracterizar los comicios alrededor de los cuales se define, en gran medida, el poder local y regional en nuestro país».
Al efecto señalan que en la actual contienda electoral «por todos lados aparecen denuncias sobre feria de avales para advenedizos y connotados personajes ligados a narco-mafias y paramilitares, cuyos fuertes son el tráfico de votos e influencias, el fraude, el trasteo o trashumancia de electores y la venalidad, los compromisos con capos de la criminalidad y el clientelismo, contrastando con la exclusión de los más débiles y de los que decentemente aspiran a un cargo de elección popular».
Tras afirmar que «las campañas de las nuevas generaciones de delfines y testaferros, navegan en ríos de dineros del erario público y de negocios non sacntos, subrayan que los políticos actuando «en cuerpo ajeno”, hacen de las suyas mediante hijos, hermanos, primos, familiares, allegados y amigotes, contando con los avales de partidos y movimientos que, con pocas excepciones, más parecen redes delincuenciales al servicio de intereses personales, que para nada tienen que ver con la probidad que requiere la representación popular, en momentos en que el país aspira a transitar hacia un escenario de paz y de plena participación ciudadana».
Citan recientes estudios de la Fundación Paz y Reconciliación, que indican, «por ejemplo, que en unos 19 departamentos observados hay al menos 140 candidatos a Alcaldías y Gobernaciones que estarían vinculados a organizaciones criminales, o cometiendo delitos electorales con el objetivo de ganar las elecciones, con el agravante de que el 90% de ellos cuentan con avales de partidos tradicionales y con la herencia de estructuras criminalizadas de la parapolítica».
No obstante lo anterior–puntualizan–, esta es una hora en que la dirigencia política más comprometida con los intereses de las mayorías, tiene en sus manos un horizonte de posibilidades que nace del anhelo de paz que envuelve a Colombia.
Igualmente dicen que «es apremiante luchar por cambios en el sistema electoral y de actuar presentando propuestas innovadoras que recojan el sentir de los excluidos, llenando con audacia cada espacio de la vida nacional».
Y concluyen: «Es momento de dejar rezagados con sus costalados de promesas y de demagogia a los politiqueros corruptos, asumiendo el compromiso del trabajo por la justicia social y la normalización de la vida nacional, de tal manera que se genere la confianza que permita la conversión de la guerrilla en movimiento político alternativo, que pueda poner en alto la voz de los desposeídos, sin que ello jamás vuelva a implicar represión, persecución y muerte, porque el uso de las armas en política ha sido puesto de lado por todos los actores del conflicto».