Personalizar preferencias de consentimiento

Utilizamos cookies para ayudarte a navegar de manera eficiente y realizar ciertas funciones. Encontrarás información detallada sobre todas las cookies en cada categoría de consentimiento a continuación.

Las cookies que se clasifican como "Necesarias" se almacenan en tu navegador, ya que son esenciales para habilitar las funcionalidades básicas del sitio.... 

Always Active

Necessary cookies are required to enable the basic features of this site, such as providing secure log-in or adjusting your consent preferences. These cookies do not store any personally identifiable data.

No cookies to display.

Functional cookies help perform certain functionalities like sharing the content of the website on social media platforms, collecting feedback, and other third-party features.

No cookies to display.

Analytical cookies are used to understand how visitors interact with the website. These cookies help provide information on metrics such as the number of visitors, bounce rate, traffic source, etc.

No cookies to display.

Performance cookies are used to understand and analyze the key performance indexes of the website which helps in delivering a better user experience for the visitors.

No cookies to display.

Advertisement cookies are used to provide visitors with customized advertisements based on the pages you visited previously and to analyze the effectiveness of the ad campaigns.

No cookies to display.

Internacional Tema del Día

Papa Francisco: Divorciados que han establecido nueva convicencia no son ni están excomulgados

PAPA FRANCISCO–Los bautizados que han establecido una nueva convivencia después del fracaso del matrimonio sacramental «no son en efecto excomulgados, no están excomulgados, y no van absolutamente tratadas como tales: ellas forman parte siempre de la Iglesia», aseguró este martes el Papa Francisco en una nueva catequesis sobre la familia en el marco de la Audiencia General celebrada en el aula Pablo VI del Vaticano.

El Pontífice advirtió que después de haber hablado, la última vez, de las familias heridas a causa de la incomprensión de los cónyuges, ahora centraba su atención sobre otra realidad: cómo cuidar a aquellos que, después del irreversible fracaso de su vínculo matrimonial, han comenzado una nueva unión.

Aunque dijo que la Iglesia sabe bien que una situación tal contradice el Sacramento cristiano, señaló que de todos modos, siente el deber por amor de la verdad de discernir bien las situaciones, por ejemplo, entre quienes han sufrido una separación y quienes la han provocado.

Y agregó: Si luego miramos también estos nuevos lazos con los ojos de los hijos pequeños, los pequeños miran, de los niños, vemos aún más la urgencia de desarrollar en nuestras comunidades una acogida real hacia las personas que viven tales situaciones. Por esto, es importante que el estilo de la comunidad, su lenguaje, sus actitudes, estén siempre atentos a las personas, a partir de los pequeños, ellos son quienes más sufren estas situaciones. Después de todo, ¿cómo podríamos aconsejar a estos padres hacer de todo para educar a los hijos a la vida cristiana, dando ellos el ejemplo de una fe convencida y practicada, si los tenemos alejados de la vida de la comunidad como si fueran excomulgados? No se deben agregar otros pesos a aquellos que ya los hijos, en estas situaciones, ¡ya deben cargar!

Dijo que lamentablemente, el número de estos niños y jóvenes es de verdad grande, pero subrayó: «Es importante que ellos sientan a la Iglesia como madre atenta a todos, dispuesta siempre a la escucha y al encuentro».

El Santo Padre advirtió que la Iglesia no ha sido ni insensible ni perezosa y que gracias a la profundización de los pastores, ha crecido mucho en la conciencia de la necesidad de una acogida fraterna y atenta, hacia los bautizados que han establecido una nueva convivencia después del fracaso matrimonial.

De hecho, subrayó el Pontífice, estas personas no están en absoluto excomulgadas, y no deben ser tratadas como tales: ellas son siempre parte de la Iglesia.

Por ello, el Papa invitó a los Pastores a manifestar abiertamente la disponibilidad a acogerlos y a alentarlos para que vivan y desarrollen siempre más su pertenencia a Cristo y a la Iglesia a través de la oración, la educación cristiana de los hijos y el compromiso por la justicia y la paz.

Luego señaló que «el ícono bíblico del Buen Pastor (Jn 10, 11-18) resume la misión que Jesús ha recibido del Padre: la de dar la vida por las ovejas. Tal actitud es un modelo también para la Iglesia, que acoge a sus hijos como una madre que dona su vida por ellos. “La Iglesia está llamada a ser siempre la casa abierta del Padre […] Ninguna puerta cerrada. Todos pueden participar de alguna manera en la vida eclesial, todos pueden integrar la comunidad. La Iglesia […] es la casa paterna donde hay lugar para cada uno con su vida a cuestas”.

Finalmente expresó: Del mismo modo todos los cristianos están llamados a imitar al Buen Pastor. Sobre todo las familias cristianas pueden colaborar con Él cuidando a las familias heridas, acompañándolas en la vida de fe de la comunidad. Cada uno haga su parte asumiendo la actitud del Buen Pastor, que conoce cada una de sus ovejas ¡y a ninguna excluye de su infinito amor!

EL MATRIMONIO

De otro lado, en un mensaje a los Caballeros de Colón, que actualmente celebran un encuentro en Filadelfia, Pensilvania, EEUU, el Papa Francisco se refirió al matrimonio, en los siguientes términos:

Elevado por el Salvador a la dignidad de sacramento, el matrimonio es, en el plan del Creador, una institución natural, un pacto de por vida de amor y fidelidad entre un hombre y una mujer, dirigida a su perfección y santificación, y para el futuro de nuestra familia humana. Hoy, cuando la institución del matrimonio está bajo ataque de poderosas fuerzas culturales, los fieles están llamados a dar testimonio de esta verdad fundamental de la fe bíblica y la ley natural, que es esencial para la ordenación racional y justa de la sociedad. En el cumplimiento de los retos morales, sociales y políticos de la hora presente, se requerirá gran sabiduría y perseverancia de ellos – «la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y se aferran a su fe en Jesús» (Ap 14: 12).

Por esta razón, sus fideicomisos de santidad que el tema de la Convención Suprema de este año – dotados por su Creador con la Vida y la Libertad – será llamar la atención sobre el deber de los católicos estadounidenses, precisamente como ciudadanos responsables, para contribuir a la defensa razonada de esas libertades en que fue fundada su nación.

La piedra angular de estos es la libertad religiosa, entendida no sólo como la libertad de culto como uno elige, sino también, para los individuos y las instituciones, para hablar y actuar de acuerdo con los dictados de su conciencia.

En la medida en que este derecho está amenazado, ya sea por las políticas públicas invasoras, o por la creciente influencia de una cultura que establece supuestos derechos personales por encima del bien común, no hay necesidad de una movilización de las conciencias por parte de todos aquellos ciudadanos que, independientemente del partido o credo, están preocupados por el bienestar general de la sociedad. Es la esperanza del Santo Padre que el programa de catequesis y oración que los Caballeros han inaugurado en vista de la próxima Sínodo sobre la Familia y el Encuentro Mundial de las Familias contribuirá significativamente a este testimonio profético.