–Muchos paraguayos habían pedido un aborto debido a la edad de la futura madre, 11 años y las circunstancias en que se produjo su embarazo, esto es, como consecuencia de una violación de su padrastro. Finalmente, se impuso la vida y la adolescente dio a luz una hermosa bebita que peso 3 kilos.

El alumbramiento se produjo, a las 37 semanas de gestación, por cesárea y tanto la bebé como la niña madre están en buenas condiciones de salud, según el reporte de los médicos que realizaron el procedimiento en el “Hospital Materno Infantil Reina Sofia” de la Cruz Roja Paraguaya.

Los facultativos indicaron que la cesárea duró 35 minutos y que la bebé nació en óptimas condiciones con 3,050 kilogramos.

Es tan bueno el estado de salud de madre e hija, que los médicos estiman que las darán de alta en tres días, aunque no descartan que se queden por más tiempo atendiendo las características de este caso.

El hecho es que la niña de 11 años había sido víctima de sistemático abuso sexual por parte de su padrastro, quien está privado de su libertad en la penitenciaría de Tacumbú.

El embarazo de la niña, que cumplió los 11 años en mayo, acaparó la atención de la prensa internacional y generó un gran debate tanto fuera como dentro del país, ya que las leyes paraguayas sólo permiten el aborto en el caso de que haya peligro de muerte para la madre y tras una recomendación médica.

Precisamente, tras conocerse el aberrante hecho, muchas personas y organismos internacionales como Amnistía Internacional pidieron un aborto.

“Le insto respetuosamente a que como máxima autoridad del Estado paraguayo corrija esta gravísima vulneración de los Derechos Humanos. Las consecuencias para la vida y la integridad física y mental de esta niña son graves, y añadirán un sufrimiento inconmensurable al que ya ha pasado. Por lo tanto, le insto a que le otorgue la posibilidad de acceder a servicios de interrupción del embarazo”, señaló en una carta abierta el titular de Amnistía Internacional, Salil Shetty, en el mes de mayo pasado.

A su turno, las autoridades nacionales garantizaron “todas las medidas adecuadas para evitar la impunidad del hecho ilícito y para garantizar la vida y seguridad de la niña y el feto”.

Así las cosas, finalmente triunfó la vida, en concepto de las mismas autoridades paraguayas.

Carmen Franco, madre de la adolescente fue imputada en carácter de cómplice de la violación cometida supuestamente por su ex pareja, padrastro de la víctima. Pero, luego de permanecer por unos días en el Buen Pastor, logró su libertad ambulatoria.

Gilberto Benítez Zárate, de 42 años, padrastro de la niña de 11 años, quien asegura ser inocente, permanece recluido en el penal de Tacumbú. En caso de ser declarado culpable por este caso puede ser condenado a 12 años de cárcel.