Según las autoridades, presuntamente una parte de cobre de una granada de 120 milímetros era utilizada por los mecánicos para martillar, lo que produjo la muerte de los dos hombres, pues dicho fragmento trae el explosivo más poderoso del artefacto.

El pasado domingo murieron dos personas en un taller de mecánica en la localidad de Kennedy, sur de Bogotá.

Lo que se investiga es cómo llegó al establecimiento el poderoso explosivo de 120 milímetros, que como se sabe, es de uso exclusivo de las autoridades militares.

De acuerdo con el reporte policial, las personas que perdieron la vida por la explosión, fueron identificadas como Alexis de la Hoz, de 37 años de edad y Johan Estiven González de 17.

La onda explosiva y las esquirlas provocaron graves daños en la edificación, ubicada en la carrera 68 L No 39-16 sur, al suroccidente de Bogotá, y la rotura de vidrios en las vecindades.

El hecho es que las víctimas, desconociendo de lo que en realidad se trataba, venían utilizando como un cincel la espoleta de la granada de mortero de 120 milímetros.

La martillaron en varias oportunidades sin imaginarse que en su interior se guardaba una considerable cantidad de pólvora, de explosivo que en el combate es la encargada de causar el mayor daño, como efectivamente ocurrió en este taller.

La familia de los dos mecánicos asegura que la explosión se produjo por acumulación de gases.
En la explosión murieron Alexander de la Hoz, de 37 años, y Johan González, de 17 años.