–Según el alcalde Mayor de Bogotá, Gustavo Petro, «no son los colegios el principal sitio donde los jóvenes se vuelven consumidores de drogas», sino en los entornos familiares y en los barrios donde residen, a propósito del triste episodio que se registró en el Colegio Marco Fidel Suárez, donde se intoxicaron 22 alumnos, uno de los cuales murió.

«No es en el colegio donde los jóvenes se vuelven adictos. Es al revés, se vuelven adictos en el barrio y en la familia», sostuvo Petro citando las conclusiones de un estudio del Centro de Estudios y Análisis en Convivencia y Seguridad, CEACS, adscrito a la Secretaría Distrital de Gobierno, con una muestra de 300 jóvenes del programa Jóvenes en Paz que lidera el distrito y que estableció una inclusión progresiva de los jóvenes a la delincuencia, el pandillismo y consumo de sustancias psicoactivas desde las familias y en sus barrios.

De acuerdo con el alcalde, por el consumo de estupefacientes en los entornos barriales, es por lo que los muchachos desertan del colegio.

«El colegio, al contrario de lo que se mostró en las últimas semanas, es el contenedor, el cojín de seguridad social que la ciudad tiene para una juventud popular que vive un drama mayúsculo en sus barrios», complementó Petro.

Añadió que «la inmensa mayoría de estudiantes logra surgir gracias al colegio», esto es, «el 90 por ciento de los jóvenes no tienen ningún contacto con ningún tipo de drogas».

Además dijo que se encontraron «otras causas donde hay que poner los énfasis: La mayoría de estos jóvenes en conflicto con la ley y adictos, lo son porque en su familia tienen un entorno criminal, sus padres ha estado presos, sus hermanos o viven con una mujer como madre cabeza de familia que también ha tenido experiencias delictivas, por lo tanto este es el acumulado de una exclusión anterior».

«Pero aún así en el barrio el problema es de inclusión juvenil, si existe una política de inclusión de esos jóvenes podríamos tener la política que mitigue el daño», señaló el mandatario.

El Alcalde dijo que la mayoría de los jóvenes que consumen sustancia psicoactivas lo hacen diariamente, tienen hijos, sus familias estuvieron en la delincuencia e ingresaron a una pandilla.

“La mayoría dice venir al centro a comprar droga, en sectores como el Bronx, San bernardo y san Victorino”, dijo.

El burgomaestre señaló que gran parte del dinero con el que se compra la droga es conseguido con hurto de celulares y atracos a personas.

«El tema está en una política de inclusión juvenil en las grandes ciudades, es la verdera política del postconflicto», afirmó.

Por su parte el secretario de Educación del Distrito, Óscar Sánchez, manifestó que donde hay que buscar el problema es en la delincuencia organizada.

“El fenómeno que está detrás de esto es en la criminalidad organizada que asedia las escuelas y no es el sector educativo donde lo que hay es protección”, dijo.

El Secretario dijo que el Distrito apoyará y acompañará a los colegios, padres de familia y educadores que piden que no se les estigmatice.

“Haremos una campaña de desestigmatización, vamos a tener que hacer una movilización grande de estudiantes y maestros para pedirle a la opinión pública que deje el amarillismo”, señaló.

El estudio del CEACS fue hecho a 300 jóvenes, una muestra representativa de jóvenes vinculados al programa ‘Jóvenes en Paz’, de los sectores de Ciudad Bolívar, Usme y San Cristóbal.

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