Otto Pérez Molina renunció a presidencia de Guatemala poco después de que un juez ordenara su captura por corrupción
–El presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina renunció la noche de este miércoles, después de ser desaforado por el Congreso de la República y de que un juzgado ordenara su captura por delitos de corrupción.
“Con los principios y valores en los cuales me he formado, enfrentaré con la conciencia tranquila los procesos que correspondan”, afirma Pérez Molina en la carta de dimisión que remitió al legislativo guatemalteco.
Pérez Molina aceptó a renunciar horas después de que el Ministerio Público solicitara su captura y el juez del caso La Línea, Miguel Ángel Gálvez, la aceptara y ordenara el arresto.
El texto integral de la carta de renuncia de Otto Pérez Molina a la presidencia de Guatemala es el siguiente:
Señor presidente:
Desde el inicio de mi carrera profesional y después política, he venido luchando por la democratización, la paz y el bienestar del pueblo de Guatemala. En la situación actual y teniendo por sobre todo el interés del Estado, me corresponde continuar con el debido proceso y por lo tanto presentarme ante la justicia y dirimir mi situación personal, con la convicción de hacer lo correcto, me dirijo a usted y el Honorable Congreso de la República para presentar mi renuncia al cargo de presidente de la República de Guatemala.
Con los principios y valores en los cuales me he formado, enfrentaré con la conciencia tranquila los procesos que correspondan. Hoy más que nunca, mi compromiso con el pueblo de Guatemala es someterme con toda entereza, mediante el debido proceso, al imperio de la ley y desvirtuar los señalamientos que hoy se me hacen.
Hago un llamado a los guatemaltecos y guatemaltecas, para que dejando por un lado los odios y rencores, y en el marco del estado de Derecho, contribuyamos todos, para hacer las transformaciones profundas que el Estado demanda, para enfrentar los grandes retos que procuren la construcción de nuestra Guatemala, que sea expresión de la justicia, la seguridad, la paz y el desarrollo, especialmente de los más desposeídos.
Tengo la convicción y la fe en Dios, que el futuro es promisorio, que nuevos tiempos han de venir, en los que habremos de encontrarnos como Nación en la cual, la satisfacción de las necesidades y una vida digna para todos, sean una realidad.
Agradezco a la Iglesia católica y evangélica por sus múltiples oraciones, y a los millones de guatemaltecos que confiaron y siguen creyendo en que juntos habremos de construir una Guatemala mejor.
Atentamente, Otto Pérez Molina”.
El Congreso de la República convocó a su directiva para una reunión a las 7 horas de este jueves para conocer la carta de dimisión y aceptarla.
Maldonado Aguirre quedará comisionado para elaborar una lista de tres candidatos a la Vicepresidencia de la República para que el Legislativo elija uno.
La renuncia de Pérez se produjo tres días antes de que los guatemaltecos acudan a las urnas para elegir al nuevo presidente, vicepresidente, 338 alcaldes, 158 diputados y 20 representantes al Parlamento Centroamericano, en unas elecciones marcadas por la crisis política desatada por varios casos de corrupción en el gobierno que ha provocado protestas masivas de repudio.
Pérez, un general retirado de 64 años, fue acusado el pasado 21 de agosto por la Fiscalía y una comisión de la ONU contra la impunidad en Guatemala de ser uno de los cabecillas de una red denominada “La Línea” , dedicada al cobro de sobornos a empresarios para la evasión de impuestos en el sistema nacional de aduanas.
El Ministerio Público y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala sindican al jefe de Estado de codirigir La Línea junto a la exvicemandataria Roxana Baldetti, ligada a proceso y enviada a prisión preventiva por ese caso desde la semana pasada.
Según las pruebas reveladas por ambos entes, La Línea se dedicaba a desviar millones de dólares de las aduanas, y presuntamente el binomio presidencial del Partido Patriota se quedaban con el 50 por ciento del monto defraudado.
Cientos de miles de ciudadanos demandaron la renuncia del mandatario durante los últimos cuatro meses y medio, pero el gobernante descarta esa posibilidad, aún cuando perdió la inmunidad ante el órgano Legislativo.