-Recordando que hace 70 años concluía la tragedia que dejó el mundo en escombros, el Papa Francisco proclamó que el mundo de hoy no experimente nunca más los horrores y los espantosos sufrimientos de semejantes tragedias. No obstante, lamento que las está experimentando, en referencia a los pueblos que en la actualidad son víctimas de sangrientos conflictos.
Al efecto, tras señalar que “en estos días, también en Extremo Oriente, se recuerda la conclusión de la Segunda Guerra Mundial”, el Pontífice también se refirió “a las minorías perseguidas, los cristianos perseguidos, la locura de la destrucción. Y los que fabrican armas y los traficantes de armas, armas ensangrentadas, bañadas con la sangre de tantos inocentes”.
¡Nunca más la guerra!, es el grito apremiante que, desde nuestros corazones y de los corazones de todos los hombres y mujeres de buena voluntad, se eleva al Príncipe de la paz», exclamó el Papa en su primera audiencia general de septiembre, en la cual reiteró su oración y su llamamiento, junto con el anhelo de los hombres y mujeres de buena voluntad, recordando que hace 70 años concluía la tragedia que dejó el mundo en escombros, a los pueblos que en la actualidad padecen la crueldad de diversos conflictos.
A propósito de conflictos, esta mañana en el Palacio Apostólico, el Santo Padre Francisco recibió en audiencia a Reuven Rivlin, Presidente del Estado de Israel.
El Vaticano informó que durante las conversaciones, transcurridas en un clima cordial, se abordó la situación política y social en el Medio Oriente, marcada por varios conflictos, con especial atención a la situación de los cristianos y otros grupos minoritarios.
En este sentido, se ha reconocido la importancia del diálogo interreligioso y la responsabilidad de los líderes religiosos en la promoción de la reconciliación y la paz, subraya el comunicado.
Añade que “se han puesto de relieve la necesidad y la urgencia de fomentar un clima de confianza entre israelíes y palestinos y de reanudar las negociaciones directas para llegar a un acuerdo que respete las legítimas aspiraciones de los dos pueblos, como contribución fundamental a la paz y la estabilidad en la región”.
El documento destaca quye también se han tratado algunas cuestiones relativas a las relaciones entre el Estado de Israel y la Santa Sede, así como entre las autoridades estatales y las comunidades católicas locales, y se ha manifestado el deseo de una rápida conclusión del acuerdo bilateral, en curso de elaboración, y de una solución apropiada de algunos temas de interés común, entre ellos la situación de las escuelas cristianas en el país.
En la audiencia, en la cual recordó la segunda guerra mundial, el Papa hizo hincapié en la importancia de la familia para hacer brillar, con la ayuda del Espíritu Santo, el Evangelio en un mundo que conoce la desertificación del amor familiar, el Sucesor de Pedro recordó que «la sociedad tiene necesidad del testimonio de las familias cristianas, de su fe y de su generosidad»:
«La familia, como expresión de la alianza del hombre y de la mujer con Dios, es un lugar privilegiado, en el que se experimenta su presencia y su amor. Oremos los unos por los otros, para ser capaces de reconocer en las familias esta particular presencia de Dios y de sostenerlas en su testimonio de fe y de amor».
Deseando a los numerosos fieles romanos y peregrinos de tantas partes del mundo que «este encuentro alimente la fe y haga fecunda la caridad», el Papa se refirió asimismo, una vez más, a los trabajadores y sus familias que sufren problemas laborales. En esta oportunidad, lo hizo con un saludo especial a los obreros de una fábrica de la ciudad italiana de Volterra, que acudieron a la audiencia general, acompañados por su Obispo:
«Deseo que la grave coyuntura laboral que afrontan pueda encontrar pronto una solución justa, en el respeto de los derechos de todos, en especial para volver a encender la esperanza en sus familias. Y también a encender la esperanza en los jóvenes»
En la víspera de la memoria de San Gregorio Magno, el Santo Padre recordó a este Pontífice y Doctor de la Iglesia, en sus palabras a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados:
«Mañana celebraremos la memoria litúrgica de San Gregorio Magno. Queridos jóvenes, la grandeza moral de este Papa los impulse a opciones valientes en favor del bien; que su fortaleza en la enfermedad los sostenga a ustedes, queridos enfermos, al llevar su cruz en unión espiritual con el corazón de Cristo; que sus lazos con la Iglesia los ayude a ustedes, queridos recién casados, a unir a sus familias en el amor», concluyó Francisco.