–Un verdadero revuelo causó el Papa Francisco al salir al centro de la ciudad de Roma para cambiar sus gafas, despojandose de todo protocolo en incluso de su esquema de seguridad.
El pontífice se movilizó en un carro particular hasta la óptica, ubicada en la vía del Babuino, muy cerca a la céntrica Piazza del Popolo, a la cual ingreso para revisar el mostrario de monturas para las lentes, probarse algunas y tras escoger una de ellas, se sometió al exámen óptico para los cristales.
Mientras tanto, decenas de personas, en su mayoría turistas, se congregaron a las puertas y ventanas del establecimiento para ver al Papa y saludarlo.
El diario vaticano “L’Osservatore Romano” hizo un amplio despliegue a la sorpresiva salida del Papa.
El propietario de la tienda, Alessandro Spiezia, relató a los medios después de la visita que el papa le indicó que solo quería “renovar sus cristales”.
“No quiero una montura nueva, solo necesito renovar los cristales. No quiero gastar”, indicó el papa, según el testimonio de Spiezia.
El propietario de la óptica también explicó que el pontífice le ha pedido que le indicara el precio del servicio.
“Por favor Alessandro, me dice lo que cuesta para pagarlo”, le dijo Jorge Bergoglio.