Más de 24 mil hectáreas destruidas y 23.000 personas desplazadas dejan incendios en California
Un incendio de enormes proporciones se expande por el norte de California y supera las más 24 mil hectáreas destruidas, reportaron autoridades forestales que afirman que tan solo un cinco por ciento de la conflagración ha sido controlada.
“La sequía” que este estado arrastra desde hace cuatro años “ha llevado a estos masivos fuegos”, afirmó en su informe diario el portavoz del departamento de bomberos californiano conocido como CalFire, Daniel Berlant.
Los vientos también están favoreciendo el avance trepidante de las llamas, apuntó Berlant.
“La propagación del fuego es la más rápida que he visto los últimos 30 años”, dijo el director de los servicios de emergencia de California, Mark Ghilarducci, citado por el diario The Sacramento Bee.
En total 11.000 bomberos fueron desplegados para combatir 12 incendios en todo el territorio. Pero todas las atenciones están puestas en dos de ellos, que asolaron ya más de 50.000 hectáreas y causaron quemaduras de segundo grado a cuatro agentes.
El gobernador Jerry Brown decidió además declarar el estado de emergencia en las zonas más afectadas para poder acceder a fondos económicos.
El incendio de Valley (Valley Fire, en inglés) devastó los turísticos condados de Napa, Lake y Sonoma, situados al norte de San Francisco y conocidos por sus famosos viñedos.
Al menos 400 casas fueron destruidas y 24.600 hectáreas calcinadas pese a los esfuerzos de 1.200 bomberos, además de provocar la huida de miles de vecinos. Solo el 5% de las llamas están contenidas.
Las autoridades locales todavía no pudieron confirmar la muerte de una persona en el condado de Lake, pese a las informaciones que desde el domingo circulan en la prensa.
El otro incendio devastador es el de Butte (Butte Fire), que desde el viernes afecta los condados de Amador y Calaveras, al este de la capital estatal, Sacramento y ha quemado ya 29.000 hectáreas, 135 viviendas y 79 edificiones.
Los más de 4.400 bomberos desplegados solo han podido contener el 30% de las llamas.
La Cruz Roja instaló varios refugios para dar techo a los afectados de esta zona, donde otras 6.400 están amenazadas.
California está viviendo uno de sus peores veranos boreales de las últimas décadas en cuanto a incendios, lo que ha provocado una sangría económica y un gasto de agua en tiempo de sequía.
Desde el 1 de julio, el estado ha gastado más de $212 millones para extinguir las llamas, según datos del portavoz de CalFire.
Varias agencias federales se hicieron cargo del costo de otros incendios, como los que arrasaron la Sierra Nevada, que alberga el parque Nacional de Yosemite o los bosques de secuoyas gigantes.
Setiembre es uno de los peores meses del año en cuanto a incendios para California, tal y como señalaron recientemente varios expertos a la AFP.