De acuerdo a las estadísticas de Globocan (Sistema de Información de la Agencia Internacional para la Investigación en Cáncer), el cáncer del linfoma corresponde a la séptima en Colombia. Actualmente se presenta en el país cerca de 3.590 casos (entre linfoma hodgkin y linfoma no hodgkin), es decir 7.9 casos por cada 100.000 habitantes, y cerca de 1.412 Pacientes fallecieron por cuenta de esta enfermedad.
Este tipo de cáncer se manifiesta mediante síntomas de Inflamación de ganglios linfáticos en cuello, axilas o región inguinal. En etapas tempranas la inflamación no causa dolor o sensibilidad, pero ocasiona sudoración excesiva en la noche, fiebre sin causa aparente, pérdida de peso, tos, dificultad respiratoria, debilidad o cansancio y sensación de llenura permanente.
“Hacemos un llamado a la comunidad para que atiendan al médico si se presentan síntomas. Si bien este tipo de cáncer en etapas iniciales no es fácil de diagnosticar porque en sus primeras etapas se puede llegar a confundir con una gripa, la valoración oportuna por el médico genera un diagnóstico temprano y disminuye los riesgos de complicaciones” afirmó Laura Bernal, médico referente de cáncer de Cafesalud.
El cáncer del linfoma se puede presentar en personas jóvenes, sin embargo la posibilidad de padecer esta enfermedad aumenta con la edad. En Colombia, la mayoría de las personas con linfoma no Hodgkin tienen más de 60 años de edad.
“El Linfoma es un tipo de cáncer que empieza en las células del sistema inmunitario y se clasifica en Linfoma Hooking y Linfoma no Hooking; el primero se produce en los ganglios de un lugar específico del cuerpo y se extiende a otras áreas ganglionares, mientras que el segundo se desarrolla en cualquier órgano y pueden diseminarse a otros órganos” explicó Laura Bernal, médico referente de cáncer de Cafesalud.
La EPS Cafesalud tiene establecida una ruta especial a los pacientes con sospecha de esta enfermedad, quienes son remitidos a valoración por especialistas e inician el proceso de confirmar o descartar la enfermedad. Una vez esté confirmado el diagnóstico se prioriza la atención para mitigar las complicaciones, educar al paciente y a su familia, lo que puede llegar a mejorar la calidad de vida.