El reciente anuncio de un acuerdo entre el Gobierno Santos y las FARC sobre justicia y medidas de reparación para las víctimas del conflicto armado en Colombia, alcanzando en el marco de los diálogos de paz de La Habana, reaviva el optimismo sobre los efectos de la firma de la paz en la economía nacional.

Este avance en el proceso de paz hace posibles los cálculos generales del gobierno, el sector privado y centros académicos que prevén un crecimiento de 0.3% en cada sector de la economía colombiana y de entre un 2% y un 4% del PIB para el próximo año a partir del acuerdo, que en estimaciones del Gobierno Nacional debería alcanzarse para finales de marzo de 2016.

Los analistas internacionales también reconocen el aporte de la paz al desarrollo económico de Colombia. Para Richard Vietor, profesor de administración de empresas de Harvard Business School y experto en economía política global, “en el caso colombiano, el Presidente Santos es consciente de las dificultades que enfrenta el país y ha puesto en marcha nuevas políticas para mitigarlas. Estas iniciativas se han enfocado en las negociaciones de paz con las FARC. De lograrse este acuerdo, no sólo se pondría fin a una lucha de 50 años, sino que se generaría un impacto significativo en la productividad”.

En el plano nacional, los empresarios son conscientes tanto de los retos como de las oportunidades de un eventual posconflicto en Colombia. Camilo Reyes, Director Ejecutivo de la Cámara de Comercio Colombo Americana –AmCham Colombia-, señala: “creemos que nos estamos acercando afortunadamente a una paz que puede tener un enorme significado para los colombianos, para el sector empresarial, para las posibilidades de crecimiento, de mayor inversión, de mayor generación de progreso, riqueza y desarrollo en nuestro país a partir de la reducción y, ojalá, el fin de la violencia, el fin del derramamiento de sangre entre colombianos y el fin del sufrimiento que durante ya tantos años nos ha afectado”.

El gobierno de Juan Manuel Santos le ha apostado a la paz en sus conversaciones con el sector privado. Según el Presidente, numerosos países que han logrado el fin de sus conflictos armados han registrado beneficios económicos importantes: Suráfrica comenzó a recibir doce veces más inversión extranjera e incrementó sus exportaciones después de alcanzar el postconflicto, Perú se convirtió en un exportador destacado de productos agrícolas y Sierra Leona alcanzó un crecimiento del 14% de su PIB.

Así mismo, el mandatario ha destacado la importancia de una disposición abierta por parte de los empresarios frente a las tareas y retos que traerá el postconflicto.

Durante el Seminario Internacional ‘Nuevas formas de conquistar mercados’, el Presidente resaltó la importancia real y simbólica que tiene la incorporación laboral de guerrilleros desmovilizados por parte de las empresas. “Liderar para la paz requiere poder cambiar las actitudes, las formas de pensar; poder cambiar el odio hacia la reconciliación, poder enseñar a perdonar o por lo menos hacer el esfuerzo”, afirmó.

Durante el anuncio de estos últimos avances en los diálogos de paz, el Presidente Santos agradeció a los países garantes y acompañantes del proceso, así como al Enviado Especial de Estados Unidos Bernard Aronson, quien fue designado por el Presidente Barack Obama como representante de su país en los esfuerzos de paz en Colombia.

De acuerdo el Secretario de Estado John Kerry, “el apoyo de los Estados Unidos a Colombia se remonta más de 15 años al Plan Colombia, una iniciativa bipartidista, impulsada y sostenida por los Presidentes y Congresos de ambos partidos. Sin embargo, el éxito de Colombia librando la guerra y ahora librando la paz es un testimonio para sus líderes, miembros de la sociedad civil e instituciones democráticas, incluidas las fuerzas armadas y la policía”.