La Junta Directiva del Banco de la República, que se reunió este viernes, tomó en consideración aspectos como la aceleración de la inflación en lo corrido del año, que al mes de agosto se ubica en el 4,02%, una tasa superior en 1,08 puntos porcentuales a la registrada en el mismo periodo del año anterior (2,94%).
Según el Emisor, en agosto la inflación anual al consumidor aumentó y se situó en 4,74%. El promedio de las cuatro medidas de inflación básica (4,46%) volvió a subir y alcanzó el nivel más alto desde junio de 2009. Las medidas de expectativas de inflación de los analistas a uno y dos años se sitúan alrededor de la mitad superior del rango meta y las derivadas de los papeles de deuda pública a 2,3 y 5 años superan el 4%.
La transmisión de la depreciación nominal a los precios al consumidor y el incremento en los costos de las materias primas importadas, así como la menor dinámica en la oferta de alimentos, explican en gran parte la aceleración de la inflación en lo corrido del año.
El traslado de parte de la devaluación del peso a los precios al consumidor y la mayor intensidad del fenómeno de El Niño hacen más lenta la convergencia de la inflación a la meta, tanto por su impacto directo sobre los precios y las expectativas de inflación como por la probable activación de mecanismos de indexación.
Las cifras de actividad económica mundial continúan reflejando una débil dinámica de la demanda externa e inferior a la registrada en 2014. En los Estados Unidos la economía habría seguido creciendo a tasas favorables mientras que la zona del euro se recupera lentamente. En China continúa la desaceleración y su banco central implementó nuevas medidas de estímulo. Las principales economías de América Latina registran crecimientos bajos o contracciones del producto.
En los Estados Unidos la Reserva Federal decidió mantener inalterada su tasa de interés de referencia. En América Latina las primas de riesgo de las principales economías permanecen en niveles superiores a los de 2014 y las cotizaciones de las monedas respecto al dólar han sido volátiles.
El precio internacional del petróleo y el de otros productos básicos que exporta Colombia se mantiene en niveles bajos. La caída en los términos de intercambio registrada a lo largo del año ha deteriorado el ingreso nacional y explica en gran medida el mayor nivel de la tasa de cambio respecto al dólar.
En Colombia, el crecimiento económico del segundo trimestre (3%) fue algo mejor que lo proyectado por el equipo técnico. La demanda interna se desaceleró principalmente por el rubro de inversión en maquinaria y equipo de transporte. El consumo privado creció a un ritmo más lento.
Tanto las exportaciones como las importaciones cayeron, pero su contribución neta al crecimiento del PIB fue positiva. Con lo anterior y con la nueva información del tercer trimestre, el equipo técnico mantuvo el rango estimado de crecimiento económico entre 1,8% y 3,4%, con 2,8% como cifra más factible.”