En menos de seis meses, repicarán las campanas que anuncien la hora de la paz: Santos
Al terminar su intervención en el 70° periodo de sesiones ordinarias de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)–que fue liderada por la Embajadora de Colombia ante ese organismo, María Emma Mejía–, el Presidente Santos convocó a los ciudadanos colombianos y del mundo entero a darle una “generosa oportunidad a la paz”. Dijo con alegría y emoción que en Colombia, en menos de seis meses, “repicarán las campanas que anuncien la hora de la paz”.
El Jefe de Estado ratificó que entre los más de 20 conflictos armados que subsisten en el planeta, el de Colombia es el único que “está en el camino final de una solución real”.
“Hoy invito a todos los colombianos, sin excepción alguna, y a todos los ciudadanos del mundo a que le demos una generosa oportunidad a la paz. El legado más valioso que podemos dejarles a nuestros hijos y a las futuras generaciones es la paz.
Nada puede haber más importante ni más urgente” (…) “Porque la paz es el bien supremo de una sociedad, el más sagrado, y la razón de ser de las Naciones Unidas”, manifestó.
El Mandatario expresó que llega más optimista a esta Asamblea General de la ONU, gracias al acuerdo sobre justicia transicional logrado por el Gobierno Nacional y las Farc en la mesa de conversaciones en La Habana.
“Hace menos de una semana, en La Habana, luego de casi tres años de negociaciones en los que hemos avanzado en la mayoría de los puntos de la agenda acordada, se logró un acuerdo sobre el que era, tal vez, el mayor obstáculo para firmar la paz”, dijo.
“Logramos un acuerdo sobre lo más difícil en cualquier proceso de paz: un sistema de justicia transicional que garantiza la no impunidad para los delitos más graves cometidos con ocasión del conflicto”, agregó.
“Con este acuerdo, que respeta la normatividad y los principios del derecho internacional y de nuestra propia Constitución, se coloca por primera vez el derecho de las víctimas a la justicia, así como a la verdad, a la reparación y a la no repetición, en el centro de la solución de un conflicto armado. Estamos logrando nuestro objetivo: el máximo de justicia que nos permita el tránsito hacia la paz”, sostuvo.
Al respecto consideró que con el acuerdo en materia de justicia transicional logrado con las guerrilla de las Farc “estamos sentando un precedente que puede servir de modelo a otros conflictos armados en el planeta”.
Reiteró que esta es la primera vez, en la historia de los conflictos en el mundo, en que un gobierno y un grupo armado ilegal, en un acuerdo de paz y no como resultado de posteriores imposiciones, crean un sistema de rendición de cuentas ante un Tribunal nacional por la comisión de crímenes internacionales y otros delitos graves.
“Es tan importante este avance, tan significativo, que nos permitió dar dos pasos adicionales, que son la mejor noticia que traigo a este gran foro de naciones”, dijo.
En este sentido, indicó que se acordó una fecha límite para firmar el Acuerdo Final que terminará el conflicto armado y que será, como máximo, el 23 de marzo de 2016. Es decir, en menos de seis meses.
“A más tardar ese día estaremos dando un adiós definitivo a la última y más larga guerra de Colombia, y no solo de Colombia sino de todo el Hemisferio occidental”, subrayó.
Señaló que también se acordó que las Farc comenzarán a dejar las armas a más tardar a los 60 días luego del Acuerdo Final.
“Así pues, el próximo año, cuando regrese a esta Asamblea, lo haré, Dios mediante, como presidente de una Colombia en paz, de una Colombia reconciliada”, expresó.
Según el Jefe de Estado, de esta manera el proceso de negociación con la guerrilla de las Farc ofrece “una luz de esperanza en un mundo ensombrecido por la guerra, la violencia y el terrorismo”.
Agradecimiento a la comunidad internacional
El Mandatario aprovechó su intervención en la ONU para agradecer a la comunidad internacional por su “apoyo a los esfuerzos de paz” y por “su voluntad de respaldar la etapa del posconflicto” en Colombia.
“Una Colombia en paz será un factor positivo para el mundo en asuntos tan diversos, aunque relacionados, como la lucha contra el cambio climático y contra las drogas ilegales, la seguridad o la erradicación de la pobreza extrema”, dijo.
El Mandatario colombiano se refirió, además, a las recientes palabras del papa Francisco ante el Congreso de Estados Unidos cuando dijo: “Cuando países que han estado en conflicto armado retoman el camino del diálogo, se abren nuevos horizontes para todos. Esto ha requerido y requiere coraje, audacia, lo cual no significa falta de responsabilidad”.
Al respecto el Presidente Santos afirmó que “en Colombia hemos procurado obrar con ese coraje, con esa audacia, pero también con esa responsabilidad de que habla el Santo Padre”, de modo que “comenzamos a ver los frutos de nuestro esfuerzo”.
Sostuvo que terminar un conflicto armado de más de 50 años es una “misión difícil pero no imposible” y que “la paz es algo más que el fruto de un proceso político, social o económico”.
“La paz es, sobre todo, un gran proceso de transformación cultural colectiva que comienza con un cambio espiritual individual, que requiere que cada persona, en su interior, abra su mente, su corazón y su alma a la reconciliación”, consideró.