Economía

Santos apoya medidas de Superindustria contra cartelización empresarial: Puede ser la ruina de sectores industriales

SANTOS- COMERCIO–Un abierto espaldarazo expresó el presidente Juan Manuel Santos a las drásticas decisiones que ha tomado la Superintendencia de Industria y Comercio contra la violación de la libre competencia o la llamada cartelización empresarial, en tácita alusión a la multimillonaria multa–$320 mil millones– impuesta a los ingenios azucareros, pues advirtió que este fenómeno “puede ser la ruina de los distintos sectores empresariales”.

“En Colombia promovemos la libre competencia económica por dos razones: porque es buena para la economía y porque es un factor de equidad”, afirmó el mandatario en el marco del III Congreso Internacional de Libre Competencia Económica, realizado en Barranquilla, la capital del Atlántico.

Santos dijo que la libre competencia es buena, sana y necesaria para la economía y añadió que “promoverla entre empresas dinamiza el desarrollo económico de los países en desarrollo”.

Dijo también que la equidad no consiste en que todos lleguen juntos a la meta sino en que todos salgan del mismo lugar, porque “protegiendo la competencia, la rivalidad empresarial, estamos garantizando que la ´cancha esté nivelada’ y el punto de partida sea igual para todos”.

Así mismo, indicó que cuando existe competencia en un mercado, los empresarios se ven obligados a no excederse con los precios, a mejorar la calidad de los bienes, a prestar un mejor servicio y a innovar.

“La competencia se convierte en ese fantasma que hace ser mejor al empresario, que lo hace levantarse más temprano, que lo hace pensar todos los días en cómo entregarle al consumidor un mejor producto, un mejor servicio, cómo hacerlo sentir mejor, cómo enamorarlo, cómo conquistar mercados. Porque la competencia es el estímulo para la excelencia. Así de sencillo”, afirmó.

Señaló, además, que las empresas que no aplican la libre competencia sufren con el paso del tiempo las consecuencias de esa práctica.

“La falta de competencia no estimula que las empresas sean más eficientes, más productivas o que innoven; las adormece, las vuelve ineficientes, hasta que llega el día en que un competidor nacido y criado en ambientes competitivos termina ganando los corazones y bolsillos de los consumidores”, argumentó.

Puso de presente que la ausencia de libre competencia aunada a la ‘cartelización empresarial’ “pude ser la ruina de los distintos sectores empresariales”.

El Presidente Santos durante su intervención también explicó que la subida artificial de un precio, producto de un ‘cartel’ o del abuso de una posición de dominio, “implica denegar el acceso de una parte de la población a un producto básico, lo cual perpetúa la trampa de la pobreza”.

Y señaló que estudios efectuados en varios países concluyeron que cuando existen ‘carteles de precios’, “los productos en el mercado tienen un sobrecosto artificial, desangrando el bolsillo de los ciudadanos, apoderándose de rentas de forma ilegal”.

Igualmente, el Jefe de Estado aseveró que la libre competencia económica constituye factor de equidad que ayuda a reducir la pobreza.

En ese orden de ideas explicó que la libre competencia determina que los precios pagados por los consumidores, y en especial por los más pobres, lleguen al punto más bajo posible, con lo que los ingresos de los sectores menos favorecidos rinden y por consiguiente mejora su calidad de vida.

Subrayó que si existe un factor generador de pobreza, es la inflación, “son los altos precios, de los alimentos, por ejemplo, y por eso el Estado debe asegurarse de que se suministren a los menores precios posibles”.

El Mandatario afirmó que cuando hay libre competencia en productos primordiales como la leche, el pollo, la carne, las verduras y los granos, éstos no cuestan tanto, y así los padres de familia pueden ofrecerles a sus hijos útiles escolares, más facilidades para acceder a la tecnología y al conocimiento, que es “otro de los pilares para superar la pobreza”.

Al recalcar que la ausencia de libre competencia es condenable en lo ético y nociva en lo económico, el Presidente Santos aseveró, por último, que “la economía tiene que estar al servicio de todos, y esa es la esencia de la libre competencia”.