Según los más recientes resultados electorales, de las 1.096 alcaldías municipales y distritales, 132 serán administradas por mujeres, y de los 32 departamentos, 5 también serán gobernados por dignas representantes del sexo femenino. Es decir el 12,04% de los municipios de todo el país tendrán a una mujer en el máximo cargo en la administración pública local y el 15,6% de las gobernaciones departamentales serán dirigidas por mujeres.

El departamento con más alcaldesas electas es Antioquia con un total de 16, y en el caso de las gobernaciones que serán administradas por mujeres están Bolívar, Guajira, Magdalena, Meta y Valle.

De acuerdo con los resultados de las elecciones de 2011, fueron elegidas entonces un total de 3 mujeres como gobernadoras, 108 alcaldesas, 75 diputadas para las asambleas departamentales, 2.006 concejalas y 1.654 miembros de las juntas administradoras locales en todo el territorio nacional.

Evidentemente el número de mujeres elegidas por voto popular para ocupar tan altas dignidades a nivel departamental, municipal y local, no registró un aumento significativo, al respecto la senadora Olga Lucía Suárez Mira (P. Conservador), integrante de la Comisión Tercera y de la Comisión de Derechos Humanos de Senado, sostuvo que sobre el tema de la participación de la mujer en política y la ocupación de cargos administrativos, falta mucho por recorrer.

“Si comparamos el número de mujeres que resultaron elegidas con el número de departamentos y municipios, es muy poco. Desde el Congreso hemos trabajado mucho sobre el tema de la participación de la mujer pero esta brecha se sigue ampliando mucho más en las regiones”, argumentó la Legisladora.

Aunque la inscripción de mujeres para este tipo de contiendas electorales ha ido aumentando significativamente en los últimos años, pasando de 16.972 en 2007 a 36.137 en 2011 alcanzando en 2015 la participación de 41.507, la senadora Suárez Mira criticó el hecho de que aun las capacidades y calidades profesionales de las mujeres no sean merecedoras de la aprobación de las mayorías para representar al pueblo en cargos públicos.

Consideró además que ley de cuotas ha sido contraproducente para el género femenino debido a que dirigentes regionales se están limitando a cumplir estrictamente con lo que estipula la ley (30% de los altos cargos públicos deben ser ejercidos por mujeres), y en la mayoría de los casos se valen de estrategias para no otorgar altos cargos a mujeres sino cargos de menor categoría haciéndolo solo porque una ley se los ordena y no realmente por convicción.

“No es tanto que los hombres nos hayan quitados oportunidades sino que nosotras hemos ido cediendo los espacios. Tenemos que acompañarnos muchísimo más entre nosotras mismas”, añadió la Congresista.

Sostuvo además que actualmente existe mucha literatura que promueve y destaca el papel de la mujer y su importancia en la sociedad, pero todo se ha quedado allí, en palabras. “Necesitamos realmente que eso se materialice, que se refleje en la realidad de la mujer colombiana”, dijo.

De acuerdo con cifras manejadas por la congresista, el 80% de los mandatarios municipales y regionales no cumplieron con la ley de cuotas y al respecto no hubo ninguna sanción.

Indicó además que la mayoría de las mujeres para tomar alguna decisión consultan primero a familiares, esposos, hijos e incluso a la misma comunidad a la que pertenecen para contar con su aprobación lo cual, dijo, es un claro ejemplo de la cultura machista colombiana.

“El 52.8% de los habitantes de Colombia somos mujeres, es decir más de la mitad de la población pero esto no se nos refleja”, precisó la Senadora.

Para promover el cambio de este concepto generalizado en que se tiene a la mujer, señaló Suárez Mira, se debe empezar desde la mujer misma sintiéndose más segura de sus capacidades.