Esta mañana se confirmó la muerte de Rocky, un perro pitbull que fue agredido con arma blanca en siete oportunidades en el municipio de Itagüí, al sur de Medellín. De acuerdo con el reporte médico, el canino entró en paro cardiorespiratorio luego de que sus órganos se inflamaran y comenzaran a fallar.

“De inmediato lo ingresamos a cirugía pero el perro no respondió a los procedimientos”, aseguró Catalina Arias, veterinaria del Centro Veterinario Zoomania de Envigado.

«Primero le descubrimos cinco puñaladas, cuando estuvo anestesiado vimos que realmente eran siete en tórax y abdomen, las cuales alcanzaron a perforarle un pulmón. Esta mañana entró en un estado crítico y falleció”, explicó Arias.

La agresión contra el animal es un asunto que investigan las autoridades. Sobre la misma hay diferentes versiones que señalan como responsables a la familia dueña del perro.

Frente al hecho, existen varias versiones. La primera es que Rocky recibió varias puñaladas luego de que intentara morder a un niño y la abuela de este, para defenderlo, lo atacó con un cuchillo.

“El perro se tornó agresivo con mi sobrino, cuando yo me paré a regañar el perro, este le intentó tirar, entonces yo lo que hice fue defenderlo. El perro se me pegó a morderme y mi mamá lo apuñalo”, narra el dueño de la mascota.

Y la segunda, afirman que el hecho comenzó por un problema de violencia intrafamiliar.

“El niño estaba diciendo afuera que fue que el tío le iba a pegar a él y el perro se le aventó, entonces lo agarraron a puñaladas”, contó una vecina.

Las autoridades recordaron a los propietarios de este tipo de animales que deben cumplir con la ley e informaron que la mayoría de incidentes con esta raza de perros se podrían evitar si el perro tuviera puesto un bozal.