Noemí Sanín no pedirá perdón por los hechos ocurridos en la toma del Palacio de Justicia
La entonces Ministra de Comunicaciones del gobierno del expresidente Belisario Betancourt en 1985, Noemí Sanín, manifestó hoy que no pedirá perdón por los hechos que ocurrieron cuando la guerrilla del M-19 se tomó por las armas el Palacio de Justicia.
“Me preguntan si voy a pedir perdón. Sin soberbia alguna, ratifico que no. No lo haré. Sería fácil hacerlo; se me recomienda como conveniente., ¿Por qué no pido perdón? porque una y otra y vez analizo mi conducta, no encuentro en mi memoria, ni en los más profundos y exigentes resquicios de mi conciencia, y menos en mi razón, motivo alguno para hacerlo. Sería un acto de retórica, quizá políticamente correcto, pero para mí, carente de sentido”, dijo Sanín
Según la exministra, su convicción para esa fecha se centraba únicamente en salvar las vidas de quienes se encontraban en el palacio. “Actué bajo la estricta y firme condición de que mi primera obligación era la de coadyuvar a salvar las vidas de quienes se encontraban en el palacio de Justicia bajo cualquier título o circunstancia. Paralelamente, actué según lo juré el día de mi posesión como Ministra de Comunicaciones es decir, acorde con la Constitución y las leyes vigentes al momento, con la mira puesta en la preservación de la democracia, tan gravemente amenazada como lo fue por el terrorismo y el narcotráfico”, manifestó.
Manifestó además que de ahora en adelante solo se referirá a estos hechos cuando la justicia así lo determine. “He decidido que a partir de hoy, solo atenderé los requerimientos que en materia judicial se me formulen, con el rigor y el compromiso que la búsqueda de la verdad de los trágicos hechos del Palacio de Justicia exigen y ameritan”, subrayó.
Este es el comunicado:
CARTA COMPLETA:
Al cumplirse 30 años de la fatídica toma, por parte del M19, del PALACIO DE JUSTICIA, una vez más, hago llegar mi solidaridad y dolor a todas las víctimas, y muy principalmente a aquellas que no han encontrado respuesta sobre la vida o muerte de sus seres queridos. Las peores expresiones de la tortura son la desaparición, las preguntas sin respuesta, las contradicciones y el silencio. Ojalá todos pudiéramos poner la verdad que tenemos, para contribuir a mitigar ese dolor, que es testimonio de vergüenza para nuestra sociedad.
Me preguntan si voy a pedir perdón. Sin soberbia alguna, ratifico que no. No lo haré. Sería fácil hacerlo; se me recomienda como conveniente., ¿Por qué no pido perdón? porque una y otra y vez analizo mi conducta, no encuentro en mi memoria, ni en los más profundos y exigentes resquicios de mi conciencia, y menos en mi razón, motivo alguno para hacerlo. Sería un acto de retórica, quizá políticamente correcto, pero para mí, carente de sentido.
Reitero que durante aquellos nefastos 5 y 6 de noviembre de 1985 actué bajo la estricta y firme condición de que mi primera obligación era la de coadyuvar a salvar las vidas de quienes se encontraban en el palacio de justicia bajo cualquier título o circunstancia. Paralelamente, actué según lo juré el día de mi posesión como Ministra de Comunicaciones es decir, acorde con la constitución y las leyes vigentes al momento, con la mira puesta en la preservación de la democracia, tan gravemente amenazada como lo fue por el terrorismo y el narcotráfico.
Agradezco a los muchos periodistas que me han ofrecido su colaboración para continuar informando lo que llevo treinta años explicando a la justicia y a los medios de comunicación en torno al más doloroso e imborrable episodio de nuestra historia.
He decidido que a partir de hoy, solo atenderé los requerimientos que en materia judicial se me formulen, con el rigor y el compromiso que la búsqueda de la verdad de los trágicos hechos del Palacio de Justicia exige y ameritan.
Hablo en primera persona, porque es una decisión personal y no quiero con ella comprometer a ninguno de mis colegas de entonces.
Muchas gracias,
Noemi Sanin
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