–Un avión británico con 189 pasajeros estuvo a punto de ser alcanzado por un misil en la misma zona del Sinaí donde se produjo la catástrofe del Airbus ruso de Metrojet, en el que murieron 224 viajeros, tragedia sobre la cual una de las hipótesis señala un ataque con un proyectil, hecho que precisamente reivindica el grupo terrorista estado islámico.
Según publica el diario sensacionalista inglés «The Daily Mail», el pasado 23 de agosto un avión de la compañía británica Thomson, que había despegado del aeropuerto de Stansted, evitó un misil que pasó a solo 300 metros. El piloto lo vio venir y llegó a efectuar una maniobra escorando la nave hacia la izquierda. El gravísimo incidente no ha trascendido hasta ahora.
El avión inglés se encontraba en la maniobra de aproximación al aeropuerto del emporio turístico de Sharm el-Sheik, el mismo del que despegó el pasado sábado el avión ruso que luego estalló en el aire. En el incidente de agosto se dice que se estuvo «a segundos del desastre».
El pasado miércoles Cameron dio orden de paralizar los vuelos entre Sharm y el Reino Unido, tras recibir informes de inteligencia en los que yihadistas hablaban de un gran atentado en un avión días antes del siniestro de la nave rusa. Los servicios de espionaje de Estados Unidos y el Reino Unido creen que lo más probable es que hubiese un topo vinculado a Estado Islámico en la terminal, que habría introducido el explosivo en la bodegas del avión de Metrojet, aprovechando los trabajos de cargo o avituallamiento.
El Reino Unido reanudó los vuelos desde Sharm ayer, tras enviar a un equipo de especialistas a tutelar la seguridad del aeropuerto. Pero las nuevas medidas de control, y el malestar de los egipcios con el Gobierno inglés, al que acusan de haber dañado precipitadamente la imagen de su industria turística, hacen que reine el caos en la terminal, donde el viernes los egipcios solo permitieron 8 de los 29 vuelos que se había programado de regreso al Reino Unido. Unos 22.000 turistas británicos se encontraban en los afamados resorts de Sharm, muy considerados para el buceo en el Mar Rojo y protegidos por el ejército egipcio por una valla de más de quince quilómetros. La evacuación parece que irá más lenta de lo previsto y Cameron ha enfatizado que su prioridad es que se haga «con plenas garantías de seguridad para los ciudadanos británicos».
Por su parte Rusia, que se había enojado el miércoles cuando Cameron habló de un atentado, procedió el viernes a suspender también sus vuelos desde Sharm.
El primer indicio serio de una bomba se conoció el martes, cuando un satélite militar estadounidense captó un flash de calor en el Sinaí que sugería una explosión, aunque sin descartar aún un fallo mecánico. Al día siguiente, Provincia de Sinaí, la facción local de Estado Islámico, antes conocida como Ansar Beit al-Maqdis, reivindicó el atentado con una grabación de audio en las redes sociales: «Lo hemos derribado con la ayuda de Dios».
Pero muchos expertos recordaron que ni Daesh ni mucho menos su filial poseen misiles y conocimientos para derribar un avión a su altura de crucero. Todo parece indicar que la bomba se colocó en la zona de carga del aeropuerto de Sharm, por terroristas infiltrados entre los empleados. De todas formas, la noticia del avión inglés de agosto añadiría la inquietante posibilidad de ataques con misiles desde tierra a aviones en la fase de despegue o aterrizaje. (Información de RT)