–En cumplimiento de una sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, el presidente Juan Manuel Santos pidió este viernes perdón a las víctimas del Holocausto del Palacio de Justicia al cumplirse 30 años de los cruentos y oscuros acontecimientos. Luego, a través de su cuenta en Twitter Santos, parodiando el clamor que hizo entonces el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Alfonso Reyes Echandía, recabó en el hecho y planteó: “La Justicia ardió en 1985. Hoy queremos que la Justicia y la Verdad brillen de nuevo. ¡QUE CESE EL FUEGO PARA SIEMPRE!.
La víspera, al pedir perdón en un emotivo acto cumplido en la Plaza de Bolivar, frente al escenario del pavoroso hecho, ante familiares de muertos y desaparecidos, el presidente Santos dijo que lo hacia de corazón, “no solo para cumplir una orden”, en referencia a lo dispuesto por la Corte Interamericana y además proclamó:
“Todavía persiste una deuda moral con las víctimas y familiares del Palacio de Justicia, que deberá ser saldada con avances significativos en las investigaciones penales, la condena de los responsables, el establecimiento del paradero de los desaparecidos, la adecuada reparación a las víctimas y sus familiares y, sobre todo, el esclarecimiento de la verdad”.
Al respecto, ahora, en la red social, el mandatario de los colombianos destaca la declaración del expresidente Belisario Betancur Cuartas en la cual pidió perdón “porque –aseguró el exmandatario–hoy sé que mis actuaciones causaron inmenso dolor a los familiares de las víctimas y tanto dolor histórico al país”.
Santos consideró estas palabras de Betancur como “ejemplo de entereza, nobleza y gran aporte a la paz y reconciliación del país”.
Además, el jefe del Estado reitera: “La Justicia ardió entre el 6 y el 7 de nov de 1985. Hoy queremos que Justicia y Verdad brillen de nuevo”: #ParaQueNoSeRepita.
Igualmente insiste en que “necesitamos sanar las heridas y la cicatriz sólo se irá borrando en la medida en que haya respuestas, verdad, y compromiso por hallar los desaparecidos”.
“¡No queremos más desapariciones! No vamos a descansar ni vamos a ahorrar esfuerzos para encontrarlos”, puntualiza Santos, quien advierte que “duele que tantos aún sean esperados en su hogar. ¡No queremos más desapariciones! No vamos a descansar hasta encontrarlos”.
“A estas alturas, lo más importante, lo que todavía imploran muchos familiares es que se conozca verdad”, subraya.
En el acto en el que se rindió un homenaje póstumo a las víctimas del Palacio de Justicia, el presidente Santos hizo referencia al proceso de paz que adelanta su gobierno con la guerrilla de las Farc en La Habana.
“Colombia pasa por un momento histórico. La paz, que tanto hemos anhelado, por primera vez se vislumbra como posible, y no solo posible, sino cercana”, indicó.
Pero — subrayo–, este proceso de paz –ustedes lo saben– no lo hemos construido como un simple pacto entre Estado y guerrilla para terminar la guerra bajo determinadas condiciones. No.
Añadió que este proceso de paz tiene una característica muy especial, y es que hemos puesto en el centro de la solución del conflicto a las víctimas, a quienes sufrieron y siguen sufriendo las consecuencias de este enfrentamiento absurdo.
“Nuestra prioridad en cada acuerdo, en cada paso que damos, es que se garanticen –en la mayor medida posible– sus derechos a la verdad, a la justicia, a la reparación y a la no repetición”, dijo y agregó:
De eso se trata –por ejemplo– la Jurisdicción Especial para la Paz, cuyas bases pactamos y anunciamos en La Habana el 23 de septiembre. No se trata de una venganza de la sociedad, no se trata de una justicia centrada en el castigo y en las penas, sino de una justicia que busca ante todo que se cumplan, que se garanticen, esos derechos fundamentales de las víctimas.
Porque entendemos y acompañamos su dolor. Por eso, reparar el daño que la guerra les ha causado y evitar que otros nuevos compatriotas se conviertan en nuevas víctimas es nuestro más firme propósito. Ese es el anhelo de paz y de reconciliación que compartimos, y debe ser un clamor generalizado en nuestro país, puntualizó Santos.
Luego precisó: Han pasado 30 años y los recuerdos siguen vivos en todos nosotros: la angustia, las llamas, la operación de rescate, la zozobra institucional… Por eso es tan simbólico conmemorar estos 30 años en un contexto en que Colombia avanza hacia la paz, pero no una paz cualquiera –como ya dije– sino una paz que reconozca y haga posibles los derechos de las víctimas. La paz es perdón, la paz es reconciliación, la paz es reencuentro, pero la paz también es admitir responsabilidades.
Para finalizar su intervención, Santos señaló su propósito de hacer realidad, pero en otro contexto –un contexto más amplio–, esa frase angustiosa del presidente de la Corte Suprema de Justicia Alfonso Reyes Echandpia, que, dijo, “todavía taladra nuestros oídos: ¡QUE CESE EL FUEGO! ¡Que cese el fuego, SÍ¡ ¡Que cese el fuego en Colombia PARA SIEMPRE!