El grupo yihadista Estado Islámico (EI) reivindicó el atentado contra un autobús de la guardia presidencial perpetrada el martes en Túnez, mediante un comunicado difundido a través de las redes sociales.
En un comunicado difundido a través de la red social «Twitter», la rama aseguró que un joven, a que identificó como Abu Abdala al Tunisi, «hizo explotar una cinturón explosivo en un autobús en la avenida Mohamad V para castigar a los infieles de Túnez».
«No habrá seguridad en ese país ni cesarán nuestras acciones hasta que en Túnez se imponga la sharia (ley de Dios). Alá es el que vence aunque mucha gente no lo sepa», concluyó el breve comunicado, que incluye la foto de un joven embozado con un cinturón explosivo adosado al cuerpo que hace el signo de la victoria con los dedos.
Esta misma mañana, la Presidencia tunecina ya había confirmado que el ataque había sido obra de un suicida, cuyo cuerpo había sido hallado junto al de los doce guardias presidenciales asesinados en el centro de la ciudad.
Horas después del ataque, las primeras informaciones apuntaban la posibilidad de que se tratara de un explosivo adosado a los bajos del autobús o incluso de una mochila dejada al lado en la carretera, aunque fuentes de seguridad ya mencionaron a Efe la opción de un suicida.
El atentado es el tercero que sufre Túnez en 2015 y supone un cambio de estrategia de los yihadistas ya que los dos previos, en marzo y junio, en los que murieron 60 foráneos, tuvieron como objetivo turistas extranjeros.
Y se enmarca en la lucha que las fuerzas de seguridad mantienen con grupos yihadistas locales que desde 2011 se refugian en la región de Kasserine, un área montañosa de difícil acceso vecina a la frontera con Libia.
En el último mes y medio, el Ministerio de Interior había anunciado el desmantelamiento de más de una decena de presuntas células yihadistas, el arresto de medio centenar de personas y que había impedido la comisión de «un atentado inminente».