La Policía desarticuló una banda que se dedicaba a falsificar medicamentos adulterados que los vendía en Bogotá. En total se allanaron 18 droguerías, se capturaron 34 personas y se hará extinción de dominio de 118 bienes.

Entre los capturados hay un funcionario de la salud, dueños de droguerías legales que vendían las medicinas de manera irregular y contrabandistas.

De acuerdo con las autoridades, los medicamentos llegaban desde Venezuela por la frontera con Cúcuta, donde los empaques eran cambiados y remarcados con equipos especiales. Luego los transportaban a Bogotá por vía terrestre, en varios vehículos de distintos tamaños.

Por más de 14 años, esta banda distribuyó esas falsas medicinas que pueden ser perjudiciales para la salud, a través de 18 farmacias legales de la capital ubicadas cerca a centros hospitalarios.

Las autoridades señalan que los dueños de esos establecimientos conocían la procedencia de la mercancía.

Ninguno de los medicamentos cumplía con la función que se supone debía cumplir y por lo tanto, los pacientes estuvieron en riesgo y sin tratamiento adecuado.

Se cree que durante los 14 años que operó esta banda obtuvieron ganancias por unos 20.000 millones de pesos.