La Defensoría del Pueblo alertó sobre la mala manipulación de alimentos en la cárcel La Picota de Bogotá. La entidad encontró que la sopa que era repartida a los 7.826 presos era transportada en canecas sin las condiciones necesarias de higiene.
De acuerdo con la Defensoría, el alimento, que es vertido en canecas de 40 litros, debe llevarse desde el segundo al octavo piso, en donde están los pabellones, y como el ascensor no funciona los presos deben hacer toda una serie de maniobras para alzar el pesado líquido.
En el recorrido el alimento se derrama y está expuesto a todo tipo de bacterias. Finalmente, cuando llega a su destino, más de la mitad de la sopa ha quedado esparcida por el camino.
De igual forma, también denunció que el jugo que consumirán los internos es rendido con agua de las duchas.
Por último, la Defensoría encontró varios reclusos enfermos en la cárcel, quienes aseguran que sus males se deben a la falta de higiene con la que son transportados los alimentos.