A la cárcel de Tunja (Boyacá) fue enviada la propietaria de un centro de realización de abortos ilegales que operaba en la capital boyacense.
La Fiscalía General de la Nación le imputó cargos por los delitos de aborto en concurso con concierto para delinquir a Socorro de Jesús Ramírez Valencia cuando pretendía salir del país con rumbo a la ciudad de Madrid (España).
De Ramírez Valencia se dice que es la propietaria de un establecimiento en Tunja donde se realizaban abortos clandestinos, el cual tenía como fachada un laboratorio clínico.
Atraía a sus clientes por medio de avisos clasificados a través de los cuales ofrecía sus servicios, que oscilaban entre 300.000 y 600.000 pesos. A las mujeres que se realizaban sus pruebas de embarazo en este lugar y que obtenían un resultado positivo les hacían las ofertas.