Los usuarios de Transmilenio manifestaron que aunque la presencia de los uniformados es importante y recurrente, la inseguridad en el principal sistema de transporte de Bogotá es un reto de la nueva administración.
La presencia de sectores vulnerables hace que sea una de las más difíciles en materia de seguridad.
Alfonso Malaver, pasajero de Transmilenio, afirma que él sabe cómo garantizar su seguridad cuando abordar uno de los articulados en la estación de la Avenida Jiménez.
“Pues yo también siempre subo con mi garrote, porque uno tiene que andar con su garrote por si de pronto, pero no he visto una anormalidad“, dijo a RCN Radio.
En el portal El Dorado, el usuario Wilson Beltrán asegura que en muchas ocasiones los vendedores les quitan espacio a los verdaderos usuarios del transporte.
“Dan ganas de no entrar, con esa mano de vendedores por todo lado e indigentes, entonces es complicada esa parte“, indicó Beltrán.
Para Nataly Saénz, la congestión de personas también marca una de las más grandes dificultades para los pasajeros, como ella.
“En las horas pico, no respetan a las mamás que llevan bebés como yo, por ejemplo; está tan lleno que toca esperar mucho tiempo para que llegue un TransMilenio y se da más fácil que haya hurto precisamente por la cantidad de personas“, manifestó Saénz.
Los usuarios opinan que los bachilleres no están realmente capacitados para combatir la inseguridad en Transmilenio, ya que no están armados y dotados físicamente.
“Son jóvenes, no están armados, no tienen la suficiente preparación para enfrentarse a alguien que está armado y pueda hacerle daño a muchas personas“, aseguró otro usuario del sistema.
Por último, para los usuarios de TransMilenio, la seguridad en este sistema de transporte es uno de los que mayor atención debe obtener por parte de la administración de Enrique Peñalosa.
“Arreglar las puertas que están dañadas, más control, falta más policía, uno o dos policías no son suficientes para estas estaciones tan largas“, indicaron los usuarios.