El presidente sirio Bashar al Asad estimó este lunes que ve “difícil” la implementación del cese el fuego propuesto por las grandes potencias, que debería entrar en vigor al final de esta semana.
Este fue el primer pronunciamiento del presidente sirio sobre el plan impulsado por el Grupo de Apoyo Internacional a Siria, que se fraguó en Múnich la semana pasada.
“Dicen que quieren un cese el fuego de aquí a una semana. ¿Hay alguien que sea capaz de cumplir todas las condiciones en una semana? Nadie”, afirmó Al Asad en una alocución televisiva.
El presidente sirio considera que en la práctica implementar la tregua es “difícil”. “¿Quién va a hablar con los terroristas?¿ Y si un grupo terrorista rechaza el cese el fuego, a quién le tiene que rendir cuentas?”, dijo en declaraciones difundidas por la agencia oficial Sana.
El plan internacional tiene como objetivo impulsar las conversaciones de paz, que comenzaron a finales de enero pero se rompieron, en parte por la ofensiva lanzada por el gobierno sirio para recuperar la provincia de Alepo, en el norte del país.
Para Asad el problema de la tregua es que no todos los actores del conflicto van a ceñirse.
“Un cese el fuego tiene que implicar que los terroristas dejen que fortalecer sus posiciones. Se tiene que prohibir el desplazamiento de armas, de equipamiento, de terroristas”, afirmó.
Cinco años después del inicio de la guerra en Siria, que ha dejado más de 260.000 muertos, la situación humanitaria es catastrófica en el país. Se ha agravado tras la ofensiva del régimen, con el éxodo de miles de personas que se agolpan ante la aún cerrada frontera turca al norte del país.