Este lunes el Consejo de Estado condenó al Instituto de Deporte y Recreación (INDER) de Medellín por los daños ocasionados a una joven que sufrió un accidente mientras asistía a un concierto en la capital antioqueña, el 22 de febrero de 1997.
Ese día la joven cayó cuatro metros al vacío después de que la baranda de protección de las graderías de oriental se desprendiera.
La joven sufrió múltiples fracturas y fue sometida a varias intervenciones quirúrgicas que le ocasionaron incapacidad por algunos meses.
La Sección Tercera estudió el caso y concluyó que el INDER no ejerció su función de vigilancia y control del evento, ni le exigió a la empresa que organizó el mismo la adopción de medidas para evitar cualquier tipo de riesgos.
“Por no disponer oportunamente de los medios normativos y técnicos que razonablemente existía y podía emplear para la administración adecuada del escenario deportivo, estadio Atanasio Girardot, donde se celebró el concierto, con el fin de determinar las condiciones físicas de las infraestructuras, delimitar áreas en las que podía acogerse a los espectadores, y áreas con restricción por deficiencias o por cuestiones de seguridad, lo que queda comprendido dentro del incumplimiento a las obligaciones de prevención, vigilancia y control”, indica en fallo.
De igual forma, el alto tribunal condenó a la empresa que organizó el concierto por no haber ofrecido a los espectadores las condiciones de comodidad y seguridad para el disfrute y visión del espectáculo.
“No se delimitaron las áreas o zonas con restricción de acceso por deficiencias en la infraestructura, o por razones de seguridad”, manifestó el fallo.