Por: Luis Eduardo Forero Medina
Las exóticas variedades de flores son la más alta imagen de Colombia en el mundo; el país es el mayor exportador de flores de corte en América, el segundo del mundo, el primer proveedor a EE.UU. de Norteamérica y el tercer renglón exportaciones colombianas, después del petróleo y el café,
Desde la última semana de enero hasta el 10 de febrero, unas tres decenas de aviones transportaron quinientos millones de flores, principalmente a Miami para el día de San Valentín. En 2015 el sector floricultor facturó 1.308 millones de dólares por exportaciones de rosa, clavel y crisantemo. El producto es avalado con la certificación Florverde Sustainable Flowers ® de ICONTEC.
En el mundo cerca de un centenar de países compran flores colombianas, que en EE.UU. gozan de preferencias arancelarias. La flor es cultivada en un 60% por mujeres, muchas cabeza de familia y agrupadas en la Red de Mujeres de la Sabana. Sólo el 5% de las flores colombianas queda en Colombia, país que se surte internamente de Ecuador.
En Colombia los floricultores están concentrados mayormente en la Sabana de Bogotá, donde se cultiva cerca del 80 por ciento de la producción nacional. Le siguen Cundinamarca, Rionegro en Antioquia, el Eje Cafetero y el Valle del Cauca. Los cultivos están en mano tanto de pequeños propietarios como de compañías transnacionales con decenas de cultivos. El gobierno nacional ha desembolsado miles de millones de pesos para promover el sector en ferias internacionales. A nivel local esta semana la cartera de Agricultura, abrió una línea de crédito para préstamos a pequeños productores y trabajadores floricultores.
La corona de espinas en la floricultura, está tejida según los especialistas, por las heladas, las sequías, la sobreoferta de flor ecuatoriana, el manejo de desechos, el aumento del costo de la energía, la revaluación del peso colombiano , la poca investigación, y la dificultad para enganchar miles de empleados en temporadas altas. Un cierre intempestivo de aeropuertos por condiciones climáticas en EE.UU. para el día de San Valentín, siempre ha atemorizado al gremio por las millonarias pérdidas que resultarían. El sector de flores genera unos 160.000 empleos, la mayoría devengando siete dólares diarios, y algunos subcontratados por Cooperativas. (En Miami venden ramos de 12 rosas desde 70 dólares.) Según el Ministerio de Agricultura, el sector floricultor emplea 130.000 personas que laboran en 7.167 hectáreas. En el planeta. La producción mundial de flores ocupa más de 190.000 hectáreas, señala la UNAD. Un proyecto de investigación de la Universidad Cooperativa, relaciona el trabajo en flores con la probable adquisición de enfermedades laborales.
La cama incómoda que deben soportar las y los operarios, según dicho estudio, son las posturas corporales estáticas que mantienen durante la jornada- ejecutadas generalmente de pie- y los movimientos repetitivos. Su trabajo, que se hace todo a mano, se agrava con el uso de plaguicidas, exposición al calor extremo en invernaderos, y de rayos solares y contacto con las flores, indica el estudio de la U. Cooperativa. Los propios trabajadores de los cultivos se quejan de las intensas jornadas de trabajo y la presión de los supervisores para que produzcan al máximo. Idéntico señalamiento tiene la Corporación Cactus.
