El presidente de Portugal, el conservador Aníbal Cavaco Silva, promulgó este viernes las leyes que regulan la adopción de niños por parejas homosexuales y el aborto, por lo que entrarán en vigor en las próximas semanas.
Los dos proyectos había sido aprobados por segunda vez en el Parlamento luso el pasado 10 de febrero, cuando la izquierda en bloque votó en favor de que las parejas homosexuales tengan derecho a adoptar y por derogar las normas que dificultaban la interrupción voluntaria del embarazo.
Cavaco Silva, un católico practicante, los había vetado una primera vez el pasado 25 de enero.
Sin embargo, ahora estaba obligado a sancionar ambas leyes, pues su capacidad de veto en las normas emanadas del Parlamento es “relativo” (no más de una vez) y no “absoluto”, como en los proyectos de ley del Consejo de Ministros.
El aún jefe de Estado luso -cesará en funciones el próximo 9 de marzo- había justificado en enero su negativa a promulgar las leyes por considerar que está aún por “demostrar” la adopción de niños por parejas homosexuales promueva “el bienestar de los menores”.
En el caso del aborto, Cavaco Silva había sustentado su veto porque “disminuye los derechos de información y elimina la obligatoriedad de un acompañamiento técnico y especializado durante el período de reflexión” de la mujer que pretende cesar con su embarazo.
La ley aprobada por el gobernante Partido Socialista (PS) y sus socios del Bloque de Izquierda y el Partido Comunista invalida los cambios legales introducidos el pasado verano, cuando el Parlamento -entonces con mayoría absoluta conservadora- había aprobado una regulación que exigía más requisitos a las mujeres que decidiesen abortar.
El decreto introducía el pago de tasas en los casos de interrupción voluntaria del embarazo -la sanidad en Portugal es de “copago”- y obligaba a las mujeres a recibir consejo psicológico antes de tomar una decisión definitiva.
El matrimonio homosexual se legalizó en Portugal en 2010, también con los socialistas en el poder, aunque entonces sin derecho a adopción, mientras que el aborto fue despenalizado en un referéndum celebrado en el 2007.