Cuatro toneladas de orgánicos generados por plazas de mercado son utilizadas como residuos orgánico
Actualmente, cuatro toneladas diarias de orgánicos generados en las Plazas de Mercado Quirigua, Ferias, Doce de Octubre y Siete de Agosto son aprovechadas en compost, ensilaje y lombricultura, utilizados como proteína animal, abono orgánico para la producción de alimentos, agricultura orgánica y recuperación de suelos.
Esta iniciativa, adelantada por el Instituto para la Economía Social- IPES, en coordinación con la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos-UAESP, busca la maximización de la vida útil del Relleno Sanitario Doña Juana, el aumento de las posibilidades de producción de viveros y jardines en zonas urbanas, así como el apoyo al desarrollo de alternativas de emprendimiento para las economías, alrededor de la oferta de abono orgánico para la agro industria del país.
El material potencialmente reciclable (cartón, plástico, vidrio y papel, entre otros), es entregado a organizaciones de recicladores, quienes realizan esta labor tres veces por semana.
De acuerdo con el reporte de recolección, se tiene que de 843 toneladas recogidas en estas cuatro plazas de mercado, se obtuvieron 179,5 toneladas de compost y 16,9 toneladas de lombricompost, lo que permite afirmar que ningún residuo se desaprovecha en este circuito.
La idea es que el programa se extienda a las 19 plazas distritales de mercado, obteniendo un resultado más efectivo para suplir las necesidades de complemento a las actividades agrícolas de la Sabana de Bogotá, con el fin de reducir agroquímicos y pesticidas, obteniendo productos libres de este tipo de tóxicos, mucho más sanos y con propiedades nutricionales destacadas.
De acuerdo con lo anterior, los niveles de “pérdida” de productos en las plazas de mercado son mínimos, por cuanto el volumen de abastecimiento responde a un tipo de clientela reconocida y a que los excedentes se utilizan para proveer los restaurantes de las mismas plazas, para la generación de presentaciones como pulpa de fruta congelada y ensaladas listas para preparación (picadas y congeladas) y finalmente, para el autoconsumo.
Esto se evidencia claramente en los materiales recolectados en las plazas en las que opera el aprovechamiento de residuos orgánicos, por cuanto el grueso de los mismos lo componen las cáscaras, pellejos y material vegetal de embalaje, siendo la presencia de productos descompuestos muy exigua o inexistente.