El uso de Internet para fines recreativos, educativos o como herramienta social, demanda una serie de responsabilidades de parte de los usuarios, quienes en muchas ocasiones pueden evitar buena parte de los riesgos presentes en la Red.
Según el Índice de Inteligencia en Ciberseguridad de IBM, el 95% de los incidentes de seguridad que afrontan las personas cuando navegan por la red son causados por ellas mismas.
Esos errores suelen traducirse en robos electrónicos, chantajes, casos de pornografía infantil y ciberacoso. Los criminales están dispuestos a sacar provecho de cualquier pieza de información que puedan obtener de los equipos de los usuarios más descuidados.
Estos son los siete errores que cometen los usuarios de forma más común, según varios organismos especializados.
1. No cerrar las sesiones adecuadamente
Siempre asegúrese de cerrar sus sesiones después de revisar sus mensajes de correo electrónico o sus cuentas en redes sociales, cuando utilice cualquier equipo o dispositivo que no le pertenezca o que no sea de su uso exclusivo. Aunque algunas personas creen que esto solo debe hacerse cuando se usan computadores de lugares públicos, como bibliotecas o cafés internet, lo cierto es que también debería cerrar sus sesiones en dispositivos de su lugar de trabajo y de su hogar, si otras personas pueden tener acceso a ellos.
2. No borrar el caché, el historial y las contraseñas en equipos públicos
La mayoría de navegadores web hacen un seguimiento automático de todas las páginas web que se visitan. Incluso, algunos guardan un registro de las contraseñas y la información del usuario, para ayudarlo a llenar formularios similares en el futuro. Según el sitio web IT Security (www.itsecurity.com), esta información puede ser usada para robar identidades y hacer estafas bancarias.
Para borrar el cache y el historial:
Mozilla Firefox: pulse al tiempo Ctrl + Shift + Supr.
Chrome: dé clic en el logo de tres rayas horizontales en la esquina superior derecha del navegador > Más herramientas > Borrar datos de navegación.
Internet Explorer: Herramientas > Opciones de Internet > Borrar historial / Eliminar cookies / Eliminar archivos.
3. Pensar que todos los correos electrónicos son verdaderos
Que un correo electrónico tenga el membrete de alguna organización, no quiere decir que sea real. De hecho, esta es una práctica muy común entre los ciberdelincuentes y que se conoce como phishing: hacer creer que su banco le pide cambiar la contraseña en un mensaje que lleva a un sitio web falso, donde le robarán sus datos. La mejor opción es eliminar de inmediato estos mensajes, sin hacer clic en alguna de sus opciones o archivos adjuntos.
Para descubrir estos mensajes recuerde:
Ningún banco le pedirá cambiar claves en un mensaje de correo electrónico
Estos mensajes suelen decir ‘Apreciado usuario’ o ‘Apreciado cliente’, en lugar de decir su nombre real.
Tienen amenazas de acciones legales o anuncios atemorizantes, sin mayores datos adicionales.
La dirección electrónica del correo no usa la URL de la entidad bancaria.
Siempre exigen acciones inmediatas.
4. Compartir sus contraseñas con otras personas
El caso es más común de lo que se cree: una persona necesita urgente un dato que tiene en su correo electrónico, por lo que llama a alguien de confianza en su casa u oficina y le pide ingresar a su cuenta. Una vez usted comparte alguna de sus claves, automáticamente deja de ser segura.
No importa el nivel de confianza que tenga con la otra persona, usted nunca sabrá:
Si la otra persona accede desde un equipo o una red que no es segura.
Si tiene su antivirus actualizado.
Si no lo va a compartir con otras personas.
Si no va a intentar entrar a sus redes sociales con la misma clave.
5. Usar la misma contraseña para todas sus cuentas
La pereza y la mala memoria no son buenas compañeras a la hora de usar internet. Estas suelen ser las causas de tener la misma clave en todos los servicios en línea que se utilizan. Piense que si alguien descubre o roba esa contraseña tendrá acceso a sus redes sociales, su correo electrónico, su información bancaria y en sus cuentas en sitios de comercio electrónico, por nombrar las más comunes.
Aunque pueda parecer agotador, lo mejor es tener claves diferentes para cada una de las redes sociales o servicios que utilice en internet. Esto incluye las contraseñas que utiliza para acceder a las conexiones inalámbricas de su hogar u oficina.
6.Pensar que todas las conexiones gratuitas son seguras
Muchas tiendas y lugares públicos, como aeropuertos y hoteles, ofrecen la posibilidad de conectarse de forma gratuita a redes inalámbricas. Este es un servicio que los clientes suelen agradecer ante las posibilidades de trabajar fuera de la oficina o el hogar. Sin embargo, estas conexiones no siempre son seguras: el administrador de la red puede acceder a datos de los equipos que se conectan o capturar las contraseñas que sea escritas.
Por esta razón, es recomendable nunca utilizar estas conexiones públicas a la hora de realizar tareas confidenciales o que impliquen entregar datos sensibles. Entre las tareas que en mejor no realizar en estos lugares está pagar recibos, enviar datos personales y adquirir productos en tiendas en línea.
7. Revelar más información de la necesaria
Las redes sociales han transformado a los usuarios de internet en verdaderos productores de contenidos, dispuestos a compartir frecuentemente sus imágenes, videos, opiniones o comentarios. Según Ilya Kolmanovich, ingeniero de seguridad, las personas revelan demasiada información personal en línea sin pensarlo dos veces ni tener en cuenta las implicaciones de este acto. “Muchos piensan que sus datos no tiene ningún valor, o simplemente no entienden lo que se puede hacer con ellos”, comenta en el sitio web Heimdal Security.
En este caso, el experto recuerda que
Una vez la información está en línea, el usuario pierde todo el control que tenía sobre ella.
No existen datos ‘inocentes’: hasta conocer el día y el lugar de nacimiento de sus víctimas puede ser muy valioso para un pirata digital.