Los habitantes del barrio Alfonso López de Cali -que presenta serios problemas de vecindad, relaciones interpersonales, microtráfico y pandillas-, recibieron complacidos la inauguración de la tercera Casa de Justicia que entra en funcionamiento en la capital del Valle del Cauca. Era tan sentida la necesidad de contar con uno de estos centros en la Comuna 7 de la ciudad, que sus pobladores la habían solicitado por encima de escenarios deportivos, dotaciones y mejoras en infraestructura. Esperaron 10 años para tenerla.

La Casa, de 1.200 metros cuadrados y completamente dotada en cuanto a mobiliario y tecnología, tiene espacio para 15 entidades, dos salas de juntas y un auditorio para 150 personas. Su construcción costó 3.550 millones de pesos, de los cuales el Ministerio de Justicia aportó 800.

La inauguración tuvo lugar este viernes y estuvo a cargo de la Viceministra de Promoción de la Justicia, Ana María Ramos Serrano, quien la calificó como una de las más modernas de Colombia en cuanto a instalaciones, aunque lo más importante, destacó, es que cuenta con una completísima oferta institucional en lo referente a entidades del orden local y nacional.

“En esta Casa se nota el esfuerzo y el compromiso, pero ahora el reto para la administración local será mantenerla y que aquí se reciban casos de la comunidad de este sector y se hagan esfuerzos concretos de coordinación interinstitucional. Esto para determinar cuáles serían las rutas más efectivas de atención y los casos que más se presentan, y para generar acciones preventivas de parte de la Alcaldía. Los felicito, la Casa está preciosa y cuenta con una oferta institucional ejemplar, aquí se encuentran todas las entidades del orden nacional”, indicó la alta funcionaria.

Ramos Serrano explicó que lo que se pretende con este tipo de centros es que la justicia se acerque al ciudadano para que no se generen barreras que deriven en violencia o en vulneración de los derechos de las personas. “Si el ciudadano encuentra toda la oferta institucional en un solo sitio, las cosas se le facilitan. Estas casas contribuyen a que los conflictos no estallen y a que haya una resolución pronta de diferencias por vías institucionales. Y es importante recordar que prestarán servicios itinerantes en zonas rurales en las que no hay oferta de justicia”, añadió.

La Viceministra destacó también el rol que jugarán estos centros y las comunidades en el posconflicto. “Son las comunidades las que van a ayudarnos a construir paz y a resolver las demandas desde sus necesidades”, indicó, al recordar que Cali fue una de las ciudades pioneras en el tema de Casas de Justicia en Colombia, inaugurando hace ya 21 años la de Aguablanca.

Por su parte Maurice Armitage, alcalde de Cali, agradeció al Ministerio de Justicia el importante aporte económico para la construcción de esta Casa. “Ahora sólo nos queda prestar un magnífico servicio para que los caleños puedan acceder a la mejor justicia posible. Ojalá podamos tener más centros de este tipo en Cali. Cualquier esfuerzo que se haga en este sentido será poco, pues sólo con una justicia pronta, clara y debida tendremos un país bueno y sano”, manifestó el burgomaestre.