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Más de un millón de brasileros manifestaron para pedir la salida de Dilma Rousseff

protestas brasil

Cientos de manifestantes pidieron este domingo en Brasil la destitución de la presidenta Dilma Rousseff, en un clima de fuerte descontento social por la recesión económica y por un megafraude a la estatal Petrobras que salpica a la elite empresaria y política del país.

Cerca de un millón de brasileños expresó su inconformismo en más de 400 ciudades, custodiadas por una operación policial reforzada, durante una jornada de protesta que por primera vez es explícitamente apoyada por partidos de la oposición.

La magnitud de las marchas es un dato sensible para Rousseff, que enfrenta un pedido de juicio político que podría terminar anticipadamente su mandato, previsto hasta 2018, y también para los legisladores que buscan combustible para motorizar ese proceso que está en ciernes en el Congreso.

«Estoy manifestando porque creo que solo participando se podrá frenar el desperdicio de las riquezas del país», dijo Marcelo Antunes, un ingeniero de 66 años. «Todos los brasileños debemos participar, no podemos quedarnos al costado», añadió.

Las imágenes aéreas de una marea de gente pidiendo un cambio de gobierno devino en una escena repetida en Brasil desde que eclosionó la crisis económica y política.

Una avioneta que sobrevoló las playas de Rio de Janeiro arrastrando un cartel con la leyenda «No va a haber golpe» fue abucheada por la multitud. Poco después, una lancha navegó frente a la costa mostrando una bandera que decía «Fuera Dilma».

La posibilidad de que se produzcan cruces entre manifestantes en medio de la actual efervescencia política que vive el país despertó preocupación en Rousseff, quien hizo un llamado para evitar la violencia.

Imágenes de televisión también mostraban copiosas manifestaciones en ciudades como Belo Horizonte (sureste) e incluso en tradicionales bastiones del izquierdista PT, que lleva más de 13 años en el poder, en el estado de Bahia.

En Sao Paulo, la capital económica e industrial de Brasil, se reunieron también cientos de manifestantes. Se espera que esta ciudad sea el corazón del descontento social, como lo fue en 2015 cuando se congregaron cerca de un millón de brasileños.

«Vine porque estoy cansada de ver tanta corrupción y para reclamar por el desorden en que se convirtió este país. Basta de robo, basta», dijo Rosilene Feitosa, una pensionada de 61 años. «Yo voté por el PT (Partido de los Trabajadores, PT) pero nunca más», agregó.