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Comisión de Búsqueda Desaparecidos entrega informe en La Habana; Farc salvan responsabilidades

marcha-contra-las-farc–Tácitamente, las Farc salvaron una vez más toda responsabilidad en la desaparición forzada de personas en desarrollo de su guerra de más de 50 años en Colombia, pues los cabecillas del grupo guerrillero afirman que de más de 50.000 personas desaparecidas por causas vinculadas al conflicto, al menos 47.757 corresponden a actuaciones de la Fuerza Pública y los paramilitares.

Las precisiones las hicieron los negociadores de las Farc en La Habana, citando datos de la Fiscalía General de Colombia y un informe presentado la víspera por la Comisión de Búsqueda de Personas Desaparecidas, acto al cual asistieron representantes del Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado (MOVICE), la Fundación Nidia Erika Bautista, la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (ASFADDES), el Defensor del Pueblo Alfonso Cajiao y Guillermo Rivera, asesor presidencial para los Derechos Humanos.

FARC-REUNION VICTIMAS

Este encuentro se realizó simultáneamente a la reunión de Enrique Santos Calderón, hermano del presidente Juan Manuel Santos, con el mandamás de las Farc alias “Timochenko” para tratar de superar la nueva crisis en las negociaciones provocada por las decisiones unilaterales del gobierno relacionadas con el “plebiscito” y la creación de zonas para concentrar a los guerrilleros tras la eventual firma de un acuerdo final de paz.
FARC- CUBA- REUNION ENRIQUE

En su comunicado los negociadores de las Farc no hacen ninguna referencia a las desapariciones provocadas por las acciones armadas de sus reductos guerrilleros en el territorio colombiano.

Sólo reseñan que “conforme a los datos manejados por la Fiscalía General de la Nación, en Colombia ha habido más de 50.000 personas desaparecidas por causas vinculadas al conflicto. Según datos de la Comisión de Búsqueda de Personas Desaparecidas, al menos 47.757 casos son atribuidos a actuaciones de la Fuerza Pública y los paramilitares. Y por conclusiones del Comité Internacional de la Cruz Roja, Informe “Situación humanitaria 2014”, sabemos que sobre72.000 personas no se tiene noticia alguna. A su vez, el Registro Único de Victimas del Gobierno habla de 45.799 víctimas directas de desaparición forzada”.

En su escrito los cabecillas de las Farc señalan que “tomando como referencia las anteriores informaciones, la primera valoración es que este drama humanitario ha alcanzado proporciones inimaginables, sin que hasta el momento hayan existido acciones suficientes del Estado para la efectiva búsqueda, identificación y entrega en condiciones dignas”.

“ Y estamos hablando—continúan precisando– de un total de víctimas que sobrepasa el de la sumatoria de las dictaduras chilena, argentina, uruguaya y brasileña juntas, que en el marco de la Operación Cóndor sembraron de terror a América Latina durante la década de los años 70 y 80 del siglo pasado.

También indican que para el caso de Colombia, “en el 80% de los casos no hay investigaciones abiertas, y a su vez el 85% de los casos investigados han sido archivados, configurándose un escenario de impunidad sin precedentes”.

Según ellos, “es una obligación política, ética y humanitaria acabar con la desaparición forzada, con la impunidad que la ha rodeado, y con el sufrimiento de los familiares de los desparecidos, garantizándoles la posibilidad de que recuperen a sus seres queridos y puedan con ello cerrar su duelo y amainar sus sufrimientos”.

Y agregan: “ En este camino creemos imprescindible, además de investigar cementerios de NN, osarios y fosas clandestinas, emprender otras acciones de cubrimiento nacional que permitan colmar las expectativas de todos los deudos”.

Dicen finalmente:

Anhelamos que estos primeros emprendimientos contribuyan al esclarecimiento de este crimen de lesa humanidad y de las graves violaciones a los derechos humanos. En tal sentido, la entrega de las recomendaciones por parte de la Delegación de Víctimas que hoy nos visita, no debe ser el momento final de su participación, sino el inicio de su presencia activa en un proceso integral de reparación, reconciliación y no Repetición que permita encontrar, en lo posible, vivas a las víctimas de la desaparición forzada.