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Seis claves para que conduzca sin riesgos en esta Semana Santa

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A veces las medidas de seguridad más simples son las más eficaces. Es increíble la diferencia que algo tan simple como usar el cinturón de seguridad puede hacer. A menudo esto puede ser, literalmente, la diferencia entre la vida y la muerte. De hecho, el uso de un cinturón de seguridad reduce el riesgo de una muerte entre los pasajeros de los asientos delanteros entre un 40 y 50 por ciento.

Según investigación de la seguridad vial francesa, hoy en día un accidente casi nunca es fatal dentro de los límites de velocidad indicados en las ciudades, si los ocupantes de automóviles están usando el cinturón de seguridad. Y pensar que todo lo que necesita es un movimiento de brazo simple y un “clic” audible. Si es un conductor -o un pasajero- siempre abróchese el cinturón de seguridad antes de acelerar.

Exceder la velocidad aumenta los riesgos
Según el informe de la Organización Mundial de la Salud sobre la situación mundial de la seguridad vial, un aumento de la velocidad está directamente relacionado con el riesgo y la gravedad de un accidente. No se requiere una velocidad extrema para que la relación se haga notable: un aumento del 5 por ciento en la velocidad promedio supone un aumento del 10 por ciento en los accidentes que causan lesiones. Aumentar 20 por ciento la velocidad incrementa ostensiblemente la posibilidad de accidentes fatales.

Adelantar en carrera requiere precaución
Adelantar no es la causa más común de accidentes de tráfico, pero los accidentes debidos a errores de adelantamiento son más propensos a ser fatales, debido al hecho de que tienden a ser colisiones frontales a alta velocidad.

Nunca se debe adelantar si las condiciones no son las adecuadas. Es ideal decidir adelantarse en tramos largos y rectos de carretera donde pueda tener una visión clara del tráfico por delante.

Utilice todos los espejos para mirar hacia atrás y comprobar su punto ciego. Una vez que todo está claro, use las direccionales y adelante con rapidez, pero sin romper el límite de velocidad.

Nunca mezcle alcohol con timón
Sus habilidades motoras más básicas se ven afectadas cuando toma licor. Su capacidad de juzgar una situación se ve afectada, y su tiempo de reacción se deteriora después de un solo trago. Al mismo tiempo, el alcohol aumenta su confianza y es probable que le lleve a subestimar sus efectos sobre su capacidad para conducir. En pocas palabras, el riesgo de un accidente aumenta con cada bebida alcohólica que un conductor consume.

Con una proporción mínima de alcohol en la sangre, la tasa de accidentes mortales es aproximadamente 200 veces mayor que la de un conductor sobrio. Por eso al volante, una sola copa de vino, una sola cerveza o un solo cóctel ya es demasiado.

Mantener la distancia
Conducir a una distancia de seguridad le da tiempo para reaccionar a un frenado inesperado, un cambio repentino de carril o cualquier otro comportamiento peligroso de otras personas.
Muchas escuelas de manejo y organizaciones de seguridad vial ofrecen la regla de los dos segundos para ayudar a determinar la distancia correcta: cuente algunos segundos cuando el auto de adelante pase un objeto inmóvil al borde de la vía, como una señal de tráfico o un árbol. Su carro no debe alcanzar el mismo objeto antes de dos segundos. Ésta es la distancia mínima. Para estar más seguro, cuente de tres a seis segundos si la carretera está resbaladiza o la visibilidad es baja.

Más precaución al conducir de noche
Más del 40% de los accidentes mortales se producen de noche, a pesar que hay menos tráfico.
Especialmente las noches de los fines de semana, hay más conductores inexpertos, cansados o, en el peor de los casos, que han consumido bebidas alcohólicas.

Mejorar la visibilidad le puede hacer su desplazamiento más seguro: mantenga su parabrisas limpio, encienda las luces exploradoras (con la precaución de no perjudicar a otros conductores), baje las luces del tablero para minimizar la distracción y revise su vista con regularidad.