–La Coordinadora de la Mesa de Víctimas Departamental del Tolima, Sandra Castañeda, ratificó este sábado el respaldo de esa comunidad a la búsqueda de la paz en el país.
El pronunciamiento lo hizo en el municipio tolimense de Chaparral, ante el Presidente Juan Manuel Santos, durante la Conmemoración del Día Nacional de la Memoria y Solidaridad con las Víctimas del Conflicto en Colombia, que se celebra este 9 de abril en el país.
“Las víctimas queremos la paz”, señaló la representante de las víctimas del departamento del Tolima.
“Somos las víctimas los principales actores que estamos solicitando a gritos que se dé la paz”, agregó.
Así mismo, explicó al Jefe del Estado que las víctimas desean la terminación del conflicto “con justicia social”.
Y añadió: “Queremos una paz con reivindicación de la dignidad humana, de nuestros derechos, que se vean cumplidos cada uno de nuestros derechos que han sido vulnerados”.
De igual modo, Castañeda agradeció la tarea adelantada por la Fuerza Pública y la Unidad de Víctimas en favor de los afectados por el conflicto armado.
“A la Unidad de Restitución de Tierras por todo lo que ha hecho, por esa gestión y esa labor de dignificación a estas personas a las que se les han entregado las tierras y están en ese empeño de que se devuelvan y se dé el retorno”, afirmó.
“A la Fuerza Pública, gracias señores de la Fuerza Pública, porque ustedes están en los territorios poniendo el pecho en defensa nuestra”, puntualizó.
Mensaje a la gente en las ciudades
A su turno, Cristóbal Quevedo, desplazado en el año 2001 del municipio de Ataco, Tolima, rechazó que los colombianos que viven en las ciudades, relacionen la búsqueda de la paz y la impunidad.
“Me preocupa mucho que muchos colombianos que viven en las ciudades, que no les ha tocado el conflicto, hablan de justicia, de verdad de impunidad, pero no los ha tocado el conflicto armado en Colombia”, sostuvo.
“A mí, que me tocó el conflicto, desde aquí les digo a los actores del conflicto que ya los perdoné. Porque para poder vivir y seguir avanzando en mi vida, tenía que perdonarlos porque el odio no me dejaba avanzar”, aseveró Quevedo.
En esa medida, el Presidente Juan Manuel Santos destacó el pronunciamiento de Cristóbal Quevedo al afirmar que los colombianos que habitan las ciudades desconocen la dimensión del sufrimiento de las víctimas en el campo colombiano.
“Mucha gente en las ciudades no tiene ni idea de lo que es el sufrimiento de las víctimas. Este testimonio de don Cristóbal, mucha gente en las ciudades no lo conoce”, manifestó.
Para terminar, el Presidente Santos desvirtuó a los colombianos que señalan que la guerra no los ha afectado, al señalar que la totalidad de los nacionales se han visto tocados por el conflicto.
“La guerra no, la guerra no me afecta a mí. Claro que lo afecta. Nos afecta a todos, nos ha afectado durante más de 50 años: el costo social, el costo económico, el costo psicológico, el miedo, el miedo que se apoderó de los colombianos es producto de esa guerra que tenemos que terminar”, precisó Santos.
El mandatario invitó a las entidades del Estado a revindicar, reconocer y valorar a las víctimas del conflicto armado, en el marco del Día Nacional de la Memoria y la Solidaridad con las Víctimas, que se conmemoró este sábado en la capital bogotana.
El Mandatario extendió el llamado a todos los colombianos a que “se pregunten, todos, qué más podemos hacer por la paz y cuando tengan esa respuesta actúen porque esa paz”.
Así mismo pidió que todos reconstruyamos el tejido social para que Colombia pueda ser un país normal y vivir realmente en esa paz.
En el reconocimiento que se realizó a los colectivos de víctimas, en el diálogo social realizado en la Casa Campesina de la ANUC, el Jefe de Estado destacó que “una de las bondades (…) del reconocimiento de las víctimas, es que para alcanzar la paz, hay que curar las heridas, hay que cicatrizarlas y por eso se colocó a las víctimas en el centro de la solución del conflicto”.
El Presidente hizo una reflexión en la cual manifestó que las víctimas le han dado una lección de vida.
“Yo pensé que las víctimas iban a ser las más duras, las más opositoras de un proceso (…) Me han enseñado todo lo contrario, las víctimas son las que tienen el corazón más grande, son más propensas a perdonar, a reconciliarse”, expresó.