–La guerrilla de las Farc reiteró en las últimas horas su exigencia de una circunscripción especial para que a sus cabecillas se les otorguen curules directas en el Congreso de la República “para ayudar a convertir esta institución en un verdadero santuario de la democracia”.

El pronunciamiento lo hizo al refutar al Ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, quien en días pasados advirtió que las Farc no irán al Congreso pues el acuerdo sobre participación política no contempla una circunscripción especial para el grupo guerrillero.

“Olvida el ministro que hasta ahora lo construido son acuerdos parciales, y que hay temas de cada punto de la Agenda que se deben retomar antes de la firma de un Acuerdo Final. Uno de ellos es la circunscripción especial para la paz”, afirma el cabecilla de las Farc alias Rubén Zamora en un escrito publicado en la web del mismo reducto guerrillero.

Al respecto señala que en primer lugar las Farc expusieron “la propuesta de una Cámara Territorial que permitiera una legítima y amplia representación de los territorios en el Congreso de la República y lo más que logramos fue una circunscripción especial para los territorios”.

«En segundo lugar —precisa–, propusimos una circunscripción especial para la paz que nos permita una representación en el Congreso como nuevo movimiento político que debe contribuir a robustecer el nuevo escenario democrático y a afianzarnos como fuerza política, reconocernos simétricamente como partes contendientes en el escenario de la política legal y, entre otros objetivos, velar porque se implementen los acuerdos sin dificultades que afecten el proceso de paz».

Admite que la circunscripción especial para la paz no lograron consensuarla “en ese momento por la fragilidad del proceso”, pero añade que decidieron dejar dicha propuesta para retomar su discusión más adelante y así se lo hicieron saber al gobierno.

“A propósito del tema ya hay propuestas, como la del presidente Santos, quien públicamente nos ofreció 10 curules en el Congreso”, precisa.

El cabecilla de las Farc subraya que la firma de fin del conflicto “significa un relevo de los escenarios violentos por escenarios suficientemente democráticos como para consolidar la paz y hacerla duradera” y añade:

“Ese relevo de escenarios debe ser simétrico a satisfacción de las partes y como garantía de no repetición del conflicto armado. Y esa simetría ha de significar el reconocimiento de los derechos conculcados a la oposición que fue tipificada como blanco a destruir por las fuerzas que capturaron el poder político con la violencia”.

Finalmente indica:

«Es mejor imaginarse que, tras la firma del fin del conflicto, una importante representación de la insurgencia llegará al Congreso para ayudar a convertir esta institución en un verdadero santuario de la democracia. Esa representación se ampliaría a los poderes regional y local, en los que, en muchísimos casos, están sobre representadas maquinarias corruptas y mafiosas ligadas al narcotráfico y al paramilitarismo».