De acuerdo con el más reciente estudio “Illustrating the Value Provided by Electronic Payment Products, Colombia” realizado por MasterCard y uno de sus aliados, Peter Dunn & Company LLC, en Colombia los clientes prefieren pagar sus compras entre 4,5 a 8 veces más con tarjetas débito y crédito, que con dinero en efectivo.

Esto representa un gran beneficio para los establecimientos, que pueden ver un importante incremento en sus ventas cuando deciden aceptar este tipo de pago.

Para el caso de las tarjetas de crédito, los beneficios que se generan al comercio por aceptar este medio de pago son tres veces mayores vs al costo que paga un comerciante a la entidad bancaria por tener este servicio. En el caso de las tarjetas débito, el beneficio es más del doble.

“Tener una cuenta de transacciones, por medio de una tarjeta o de un teléfono móvil, facilita a las personas aspectos básicos como establecer una identidad, una forma de ahorrar dinero para un día de necesidad, obtener préstamos, o asegurarse a sí mismos y su trabajo” dijo, Felipe Rincón, vicepresidente de políticas públicas de MasterCard,

Además, la aceptación de medios de pago genera un costo que en Colombia se ha reducido en los últimos años. Dicho costo es inferior a los ahorros y beneficios que reciben los comercios por aceptar tarjetas y otros medios de pago electrónicos. Entre estos beneficios se encuentran:

· Mayores ventas, y consecuentemente mayores ingresos

· La posibilidad de aumentar su mercado por la posibilidad de vender mediante el teléfono, internet, móviles, e implementar modelos de operación más eficientes.

· Menores costos de operación por la reducción en tiempos de conteo, conciliación y transporte.

· Mayor seguridad para sus empleados.

· Mejor experiencia para sus consumidores, por agilidad y porque se evitan “el lío de dar vueltas”.

· Menores pérdidas por merma del efectivo.

· Menores pérdidas por incumplimiento de compradores, dado que, en el caso de tarjetas de crédito el riesgo de pago lo asumen las entidades financieras.

o Este es uno de los componentes en los cuales el beneficio es más tangible. Con base en los estudios disponibles, entre un 1.94% y un 2.34% de lo que se compra mediante tarjeta de crédito, termina siendo incobrable para las entidades financieras. Existe un gran valor para los comercios cuando pueden aumentar las ventas con la facilidad que proporcionan los medios de pago, pero quitándose ese riesgo de no pago de encima.

o Menores pérdidas por fraude, dado que las entidades financieras han invertido para minimizar eventos, y por regla general éstos nunca les generan un impacto financiero (a los comercios).

o Acceso pronto a los recursos, a diferencia de lo que ocurriría si no existieran los medios de pago y cada comercio tuviera que implementar sistemas propios de pago a plazo.