Volvió la preocupación entre las asociaciones de protección animal en Bogotá por la reaparición de Acacio, un hombre que alcanzó a acumular más de medio centenar de perros en condiciones insalubres en la zona boscosa de Chapinero.
De acuerdo con Yerlyn Mozo, Vicepresidenta del Concejo Consultivo de Bienestar y Protección Animal, espera que con la nueva ley de protección animal se avance en la solución a este problema.
“Dentro de la nueva ley que penaliza el maltrato animal se requieren pruebas contundentes o flagrantes para muerte del animal, si les causa una afectación a su integridad física o cuando se atente contra su salud”, aseguró Mozo.
En anteriores operativos realizados por las autoridades contra Acacio, se le hallaron cadáveres de perros colgados de las ramas de los árboles.
Frente a estos hechos, Acacio explicó que no podía enterrar a los perros que morían por enfermedad, porque los demás animales harían lo posible por desenterrarlos y consumirlos.
“Los cadáveres que se han encontrado allá, mientras nosotros no encontramos pruebas que demuestren lo contrario, la inspectora tiene que acudir al principio de la buena fe y él dice que no entierra a los animales”, indicó Mozo.
Por último, Mozo advirtió un problema que considera de fondo en esta discusión y es que el fenómeno de los acumuladores enmarca problemas psicológicos y sociales, en una ciudad en donde se reproducen más perros y gatos, que los que se pueden contener.