Así lo denunció este viernes la presidenta suspendida de Brasil, Dilma Rousseff, al afirmar que el Gobierno del mandatario interino, Michel Temer, le quiere “prohibir” viajar por el país porque es “una persona incómoda”.

La expresidenta de Brasil aseguró que la decisión fue tomada este viernes por el Ministerio de Presidencia y pretende impedirle que efectúe cualquier viaje en avión oficial, con la única excepción de los trayectos entre Brasilia y Porto Alegre, capital de Río Grande del Sur y donde tiene su residencia particular.

“Es un escándalo que no pueda viajar a Río, a Ceará o a Pará. Eso es grave”, dijo Rousseff en un discurso en la Asamblea Legislativa de Porto Alegre con motivo de la presentación en esa ciudad del libro “La resistencia al golpe de 2016”.

La mandataria, apartada de sus funciones el pasado 12 de mayo, dijo que la Constitución le impide, por motivos de seguridad, tomar un vuelo comercial, a pesar de lo cual aseveró: “yo voy a viajar”.

Desde que fue apartada de la Presidencia, Rousseff ha participado en numerosos actos políticos para denunciar que el proceso de destitución abierto en su contra se trata de un “golpe” parlamentario.

En su discurso de este viernes, Rousseff se hizo eco de un rumor y alertó de que “muchos dicen” que el Gobierno de Temer pretende continuar en el poder hasta 2017 “y después hacer una elección indirecta”.

Si prospera el juicio político contra Rousseff y es finalmente destituida, Temer completaría el mandato que vence el 1 de enero de 2019 y entonces le cedería el poder al ganador de las elecciones de octubre de 2018.

Rousseff también arremetió contra la propuesta presentada por el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), de Temer, para que se abrevien los plazos para la conclusión del juicio político contra ella.

Las prisas por concluir el proceso responden a un intento de impedir que Rousseff ejerza su derecho de defensa, lo que, según ella, se debe a las “dificultades de legitimación” que enfrenta el Gobierno Temer.

Según Rousseff, Temer no logra legitimarse por las grabaciones que han obligado a dimitir a dos de sus ministros y que muestran que “la razón del golpe es impedir que los procesos de corrupción llegasen” hasta él, además por el “programa ultraliberal y ultraconservador” que está poniendo en marcha. Con EFE