La intervención tuvo lugar en el Hospital Militar en un procedimiento médico en el que se puso en práctica todo un protocolo de antiexplosivos. Los galenos extrajeron una granada del rostro de un soldado perteneciente a la octava división del Ejército en Arauca.
William Sánchez, jefe de cirugía del Hospital Militar dijo que: “Eso es un momento decisivo, lógicamente de estrés y de incertidumbre, pero hay que seguir adelante para poder sacar la vida del paciente, inclusive rezándole y pidiéndole a Dios para que no vaya a ocurrir una tragedia mayor”.
Sánchez también agregó que tuvieron que sacar el quirófano al parqueadero del hospital, una vez se realizó el despeje respectivo de la zona. La operación tenía como objetivo preservar la vida del soldado afectado con la granada, así como la propia vida del personal médico, porque era probable que el artefacto hiciera explosión.
El galeno manifestó que: “Ya tenemos un protocolo establecido. Lo hicimos en un área lógicamente fuera del hospital porque si llega a ocurrir una activación de este elemento pues se debe tener en cuenta el menor impacto”.
Está en investigación de las autoridades la manera como el artefacto llegó a incrustarse en el rostro del soldado, lo que se pudo conocer es que, presuntamente se debió a la mala manipulación de un arma de dotación.
El soldado se recupera satisfactoriamente, mientras permanece bajo la observación médica, a espera de su versión de los hechos que terminaron con el artefacto explosivo en su rostro.