Según con el comisionado de Derechos Humanos de la ONU, Zeid Ra’ad Al Hussein, las violaciones de los derechos humanos derivadas del control ilícito de las plantaciones de coca, así como las minas ilegales, son la mayor amenaza para que se establezca la paz en Colombia.
“La mayor amenaza para los beneficios de la paz en Colombia es el riesgo de la violencia y las violaciones a los derechos humanos que se generarán por la lucha por controlar el cultivo ilícito de coca y la minería ilegal, tras la desmovilización de soldados”, dijo Zeid.
El alto comisionado alertó de que su oficina en Colombia ya está observando esta tendencia de violencia por el control de las actividades ilegales.
Por ello, el alto comisionado urgió a la comunidad internacional a invertir en el país para transformar las áreas en las que se dan estas prácticas ilícitas en “economías productivas que mejoren la situación de los derechos humanos y garanticen la paz”.
El pasado día 10 de junio, el Gobierno y las Farc, que se encuentran inmersos en un proceso de paz en La Habana desde 2012, anunciaron un plan piloto de sustitución voluntaria de cultivos ilícitos en un municipio en la provincia de Antioquia, en el norte del país.
Se espera que el proyecto, que cambiaría los cultivos de coca por otros productos como el café o la maracuyá, se pueda ampliar al resto del territorio nacional.
De acuerdo con datos del Gobierno colombiano, los “narcocultivos” sirven de medio de vida para 60.000 familias en el país y en muchos casos como fuente de ingresos millonarios para la guerrilla de las Farc.