–Una gresca en la plenaria del Senado de la República protagonizada por la oposición, tras la aprobación de la conciliación del acto legislativo para la paz y una dura replica del presidente Juan Manuel Santos a su antecesor Alvaro Uribe Vélez, calentaron este martes el debate político en Colombia.
El altercado verbal en el congreso se inició cuando el senador Uribe Vélez acusó al presidente Santos de ser aliado del terrorismo y de haber formado una constituyente con las Farc, que dijo, es el cartel de cocaína más grande del mundo.
“Aquí están dándole impunidad a las Farc a nombre de la paz y para bajarle esa impunidad creando una guerra a machete entre campesinos”, puntualizó Uribe.
El ministro del Interior, Juan Fernando Cristo trató de responder en medio de la algarabía y solo atino a señalar: “Déjenme hablar, aquí durante más de media hora han intervenido para decir mentiras. Aquí el que no tiene garantías para hablar es el gobierno”.
Luego difícilmente se le escucho decir: “A nadie le debería doler que el presidente Santos sea el colombiano que va a pasar a la historia como el dirigente que acabó con el conflicto con las Farc”.
Mientras tanto, desde la ciudad de Cartagena, el presidente Juan Manuel Santos, sin mencionar su nombre, replicó a Uribe Vélez:
“Lo primero que hizo mi antecesor–afirmó Santos– fue decir que no se puede sentar a negociar con terroristas y que las Farc son un grupo terrorista, de acuerdo al Congreso Americano y al Parlamento Europeo. Respuesta: él estuvo negociando con terroristas durante tres años, con el Eln. Entonces, ¿por qué cuando él negociaba sí era posible y cuando yo negocio no es posible?”, indicó.
Expresó que también se critica que el proceso de paz se esté realizando en Cuba y que por hacerlo en ese país “estamos legitimando el régimen cubano, que es un régimen oprobioso, según mi antecesor. Pues él también negoció en Cuba durante esos tres años”.
“Que las Farc nunca van a entregar las armas, preguntó Santos y se respondió: Cómo no van a entregar las armas si nosotros vamos a verificar, Naciones Unidas van a verificar.
Además dijo: No hay la menor posibilidad que nadie acepte que no entreguen hasta la última pistola. Porque de eso se trata un proceso de paz, que entreguen las armas para seguir haciendo su lucha política pero sin violencia y sin armas. Y eso ya está decidido y ya está determinado y los procedimientos para garantizar que eso sea así ya están en marcha”.
El Presidente Santos también respondió a la crítica de que los guerrilleros no pueden ser elegibles en el Congreso. “Respuesta: entonces, ¿para qué van a negociar una paz si no pueden participar en política? Y además, en las filas de la oposición hay un guerrillero que está de senador de la república, entonces ¿por qué él sí y los otros no?”.
“Que no debe haber ninguna amnistía y que las penas para los comandantes son demasiado leves. ¡Qué curioso! mi antecesor fue ponente, el ponente de la ley que le dio plena amnistía al M-19, el mismo grupo que destruyó el Palacio de Justicia y asesinó a toda la Corte Suprema de Justicia. Entonces ¿dónde está la coherencia?”, agregó.
“Que vamos a desaparecer las fuerzas armadas como en El Salvador o en Guatemala. No. Precisamente uno de los puntos que dijimos es: no vamos a negociar el futuro de nuestras fuerzas con la guerrilla y no ha sido negociado, ni siquiera ha sido mencionado, en la mesa de negociación”, agregó.
“Que vamos a abolir la propiedad privada. En ninguna parte, todo lo contrario, lo que vamos es a fortalecer nuestras instituciones democráticas para defender la propiedad privada”, añadió.
“Que vamos a cambiar nuestro sistema económico. ¿En qué parte de los acuerdos está que vamos a cambiar nuestro el sistema económico?”, puntualizó.
De otro lado, el Presidente Juan Manuel Santos se declaró confiado en que “por una abrumadora mayoría, los colombianos votarán SÍ al plebiscito por la paz que espera convocar luego de que se firmen los acuerdos de La Habana y sean avalados por la Corte Constitucional”.
“Apenas se firmen los acuerdos convoco al plebiscito y la población sale a votar. La gente está cansada de la guerra, la gente no quiere más guerra. Y apenas sean refrendados los acuerdos por el pueblo, en una votación popular, entonces comenzamos a cumplir, a implementar, lo que hemos negociado. Creo que eso tiene mucha más legitimidad”, agregó el presidente Santos.
El Primer Mandatario confió en que el proceso de paz culmine muy pronto y que el pueblo colombiano es suficientemente responsable y diligente para decir que no quiere volver a la guerra.
Luego, en su cuenta en Twitter, Santos trinó: “Todos los colombianos que queremos la paz agradecemos a Congreso aprobación de acto legislativo. ¡La paz está más cerca que nunca! #SíALaPaz”
LO QUE DIJO URIBE
En la plenaria del Senado, el expresidente Alvaro Uribe Vélez comenzó diciendo que la aprobación que ha hecho el Senado de la República hoy no es solamente la aprobación de este acto legislativo sino la ratificación, por anticipado, de que se aprueba todo lo acordado en La Habana.
“Realmente es innecesario traer aquí lo acordado en La Habana, ya el Senado de la República le ha anticipado aprobación. Eso que decían ‘que aquí vendrán los acuerdos para que en virtud de este acto legislativo se les incorpora al ordenamiento jurídico’, es un formalismo”, indicó.
“!Que los colombianos sepan, aquí los constituyentes han sido el Gobierno y el grupo terrorista (Farc), que es el cartel de cocaína más grande del mundo”, agregó.
Luego se refirió al plebiscito planteado por Santos y dijo: “Muchos, todos los colombianos quieren la paz, pero el Gobierno ha conminado a los colombianos a contestar una sola pregunta, si aprueban integralmente o no todo lo acordado en La Habana.
Uribe Vélez también planteó: Cuando hay impunidad total no hay paz. Yo creo que desde este recinto no se le puede seguir mintiendo al país. Si durante tres años de oferta de impunidad ha crecido la extorsión y el narcotráfico, se perdieron los esfuerzos de tantos años, las Farc pasó de 6 mil 800 a 17 mil integrantes, revivieron la capacidad criminal del Eln, multiplicaron por cinco las bandas criminales, ¿qué será cuando ya quede totalmente formalizados los contenidos acordados en La Habana?
Además señaló: Muchos colombianos no quieren que los responsables de delitos de lesa humanidad, de masacres, de carros bombas, de secuestros puedan tener elegibilidad política.
“Yo no entiendo, señores senadores, que este país que ha tenido en los hechos al narcotráfico como factor de financiación, de masacres, entonces hoy considere al narcotráfico en el caso de las Farc, el cartel de cocaína más grande del mundo, hoy considere a las Farc en el caso del narcotráfico como un delito político, que no dará cárcel, tampoco extradición, pero si dará elegibilidad política. Eso es un mal ejemplo”.
Agregó que “lo que hemos visto en estos años es que el anuncio de impunidad ha llevado, ha sido acompañado de los hechos que permitieron que el poco progreso que se estaba logrando en el Catatumbo se reversara, que se convirtiera al Catatumbo en un paraíso controlado por el terrorismo, allí son juzgados sus ciudadanos y que los ‘catatumbos’ se repitan en muchas partes de Colombia como El Paramillo. El Paramillo, lo han convertido también en otro Catatumbo, allí las Farc obligan a los campesinos a sembrar coca, le venden esa coca a las bandas criminales, y no pueden los funcionarios de Parques Nacionales contrarrestar ese fenómeno y además las Fuerzas Armadas nada pueden hacer.
“Revisen ustedes lo que está pasando en muchas partes de Colombia, vayan a Los Montes de María. ¿Saben qué ha logrado los acuerdos de La Habana? Esa pieza que se llama la Ley de Tierras y que no la dejan reformar; como la llaman ellos mismos, una guerra a machete entre campesinos. Aquí están dándole impunidad a las Farc en nombre de la paz y para darle esa impunidad creando una guerra a machete entre campesinos.
Luego Uribe hizo las siguientes precisiones:
Si eso ha ocurrido solamente como precio para negociar, ¿qué será cuando ya estén totalmente solemnizados estos acuerdos y entonces las Farc exijan las Zonas de Reserva Campesina y la incertidumbre del Fondo de Tierras, no solamente nutrido con las tierras del narcotráfico, con las tierras usurpadas por la criminalidad, sino con el riesgo de que sean expropiados los agricultores colombianos, los campesinos, los empresarios honestos, medianos, grandes o pequeños? ¿Qué será cuando eso tome fuerza y afecte a todos los sectores de la economía? Este país ha tenido mucha pobreza y mucha inequidad no por la empresa privada, sino por falta de empresa privada.
Lo que se anuncia con el fondo de tierras, lo que se anuncia con las Farc manejando la institucionalidad de la tierra, lo que se anuncia con la reforma tributaria para sumarle más tributos al país, todos son factores de incertidumbre de inversión. Que no nos vengan a decir que este es un tema de precios del petróleo, si este país hubiera mantenido la confianza de inversión, la hubiera manejado, la hubiera mejorado, le hubiera corregido los errores que probablemente yo cometí, este país estaría creciendo a más del cinco por ciento, con confianza, y eso estaría ayudando a superar la informalidad económica, estaría ayudando a generar ingresos sociales, estaría ayudando a mejorar la distribución del ingreso.
Aquí hay un gran riesgo para el futuro económico del país, y el futuro económico del país a quienes menos afecta es a los empresarios. Hay otros países que dan condiciones para invertir, aquí ya hemos visto que estancaron la clase media, la tienen en riesgo de retroceder, que han estancado los ingresos populares, que por todo el país hay desconcierto. ¿Qué será cuando ya las Farc manden?
Entonces señor Presidente, hoy se ha anticipado que este Senado aprueba todo lo acordado en La Habana, que por aquí hay un formalismo, por aquí pasa un formalismo, pero los constituyentes reales han sido el Gobierno y las Farc, y que no me vengan a decir a mí lo que dijo aquí Sergio Jaramillo, que hay que elegir a los cabecillas de las Farc porque el error fue haber extraditado a los cabecillas del paramilitarismo y que eso los sustrajo de controlar a las bases paramilitares.
No, al contrario, para poder disuadir al criminal hay que aplicarle a los máximos responsables sanciones severas a los delitos graves, severas, como lo dice la Convención Americana de Derechos Humanos, para disuadir al criminal, hay que aplicarle a los grandes responsables reclusión, como dice el artículo 77 de la Corte Penal Internacional. Entonces la disculpa ahora: ‘no, es que hay bandas criminales porque los medios y bajos del paramilitarismo quedaron sueltos, porque fueron extraditados y no tuvieron elegibilidad política en los cabecillas’. Eso es una falacia y hay que desmentirla ante el país, y entonces se quiere utilizar de justificación para poderle dar elegibilidad política a los responsables de atrocidades de las Farc.
Aquí hay una enorme trampa. Las Farc nunca aceptaron los convenios de Ginebra, habría tenido que ponerlos en marcha y eso la habría llevado a no cometer delitos contra ambulancias, a no secuestrar civiles, eso lo habría llevado a no torturar militares.
Todos esos delitos los cometió en clara violación de los acuerdos de Ginebra que el gobierno, los gobiernos de Colombia sí lo respetaron, con la consecuencia de que cuando los fueron respetados, los titulares de las Fuerzas Armadas, los titulares, los responsables de esos operativos fueron a la cárcel y las Farc que nunca, nunca practicó esos acuerdos, ahora aparece como interlocutora del Gobierno para inducir una trampa, la trampa de invocar esos acuerdos a fin de llevar este acuerdo de total impunidad al texto constitucional.
Señores senadores, se está corriendo el riesgo de simplemente legalizar el narcotráfico, de simplemente darle impunidad a 90, 150 integrantes de las Farc y de dar el mal ejemplo para que siga la violencia.
Se está corriendo el enorme riesgo de que estos acuerdos, igualitos a las leyes de impunidad total de Chile, Argentina y de El Salvador, estos acuerdos también se deroguen o se inapliquen.
Aquí hay una mentira, a diferencia de El Salvador donde no tuvieron sutilezas para el perdón total, aquí la impunidad total la disfrazan; y dice el Gobierno que no habrá impunidad frente a los delitos atroces porque si los confiesan no irán a la cárcel, porque serán investigados, juzgados, sentenciados; eso sí, lo que no dice el Gobierno, y está en los acuerdos, es que si los reconocen a tiempo no irán a la cárcel y en cualquier caso gozarán de elegibilidad política.
Nosotros le tendremos que decir el país que aquí están acabando lo que llaman la guerra con 90 cabecillas de la Farc, pero están impulsando la guerra ‘a machete’ entre los campesinos de Colombia.
Aquí le están declarando la guerra a la democracia; le están declarando la guerra a la empresa privada, que no es un fin sino un medio para generar empleo, ingreso, riqueza, para mejorar la equidad, para formalizar la economía; aquí le están declarando la guerra al futuro de crianza y de certidumbre que debería tener Colombia.
Invito a los colombianos a que reflexionemos sobre estos temas, concluyó Uribe.
El Gobierno debería tener el gesto de diseñar el plebiscito como debió hacerlo con el referendo, debería rediseñar el plebiscito para permitir varias, varias, varias preguntas, pero además, miren la trampa, nunca se permitió que hubiera financiación para la campaña del plebiscito, para los del SÍ, para los del NO. ¿Qué logró el Gobierno con eso? Que el Gobierno haga publicidad y que los del NO, no tengan financiación.
Mire lo que está ocurriendo con los de la abstención, que es válida. Salen alcaldes de los despachos oficiales y dicen: ‘el Gobierno me ofreció tal proyecto, pero me exige apoyar el plebiscito. Tienen a todos los ministros haciéndole campaña al plebiscito en nombre de la paz, y coaccionan a los alcaldes, a los gobernadores exigiéndoles apoyo al plebiscito como condición para entregar los recursos. Y lo único que les dicen a quienes por una razón pide la abstención o el voto negativo, es que son amigos de la guerra.
Aquí el único amigo de la guerra es el Gobierno que se hizo elegir con la Seguridad Democrática, y que al otro día de elegido denostó de ella, la trató peyorativamente como una guerra y terminó aliados, aliado con aquellos a quienes señalaba como la causa de los males de Colombia.
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