En la investigación que se adelanta por las presuntas irregularidades en la importación y exportación de chatarra, la Fiscalía General determinó que no existió un «complot» o presiones para declarar en contra de Tomás y Jerónimo Uribe Moreno, hijos del ex presidente Álvaro Uribe.
De acuerdo con los abogados de los hermanos Uribe, tienen información sobre la participación de funcionarios de la Presidencia en un supuesto montaje para vincularlos en actividades ilícitas relacionadas con James Francisco Arias, más conocido como el “zar de la chatarra”, y quien actualmente enfrenta un proceso penal por un desfalco a la Dian.
James Arias como su esposa, Diana Ochoa, indicaron que nunca habían recibido las presiones mencionadas en la acción judicial interpuesta por los hijos del ex presidente.
Ochoa aseguró que todo se trataba de una mala interpretación de una charla que sostuvieron con un grupo de personas cercanas.
“Es así, que la Fiscalía va dando claridad a los hechos y puede afirmar más allá de cualquier duda razonable que no existe la conducta de constreñimiento ilegal, ni soborno, ni otra conducta que se asemeje a los hechos manifestados por los hermanos Uribe Moreno, porque no existe un complot criminal”, indica la Fiscalía.
Por lo tanto, el fiscal 35 seccional destacado ante el CTI consideró que no existe certeza frente a las declaraciones hechas por Tomás Uribe Moreno frente al interés que tenía el secretario de transparencia de la Presidencia de la República, Camilo Enciso para vincularlos en el proceso penal que se adelanta contra James Arias.