La flexibilidad de oportunidades laborales y la facilidad en la convalidación de títulos, ha hecho de Colombia un país atractivo para los profesionales extranjeros, así lo muestra la dirección de migración, la cual afirma que entre el 2008 y 2014 el número de visitantes de otros países, aumentó un 57,3%.

Y según un estudio, entre el 2007 y el 2011 la llegada de trabajadores extranjeros aumentó en un 102%, con un promedio diario de nueve vinculaciones laborales de extranjeros en el país.

Por este motivo la Sociedad Colombiana de Anestesiología y Reanimación (SCARE), trabaja en pro del talento humano en el sector salud y laboral de los profesionales de la salud en Colombia y manifiesta que a raíz de la llegada masiva de extranjeros a Colombia en búsqueda de oportunidades laborales y la flexibilidad que existe en el país para convalidar títulos y expedir licencias de trabajo a ciudadanos de otros países, los profesionales colombianos del gremio de la salud se han visto afectados y en muchas ocasiones desplazados, y se ha comprometido la seguridad y la atención profesional de los pacientes.

En este sentido es importante resaltar que la formación de especialistas en otras latitudes varía bastante, vale la pena citar casos de países en los que los médicos que se están formando para ser especialistas solamente observan y no realizan procedimientos, lo cual constituye una diferencia sustancial con Colombia en donde la formación se realiza con práctica asistencial; así mismo, ingresan al país especialistas que no conocen las máquinas de anestesia que se utilizan en el quirófano, o los sistemas de monitoreo y de ayudas tecnológicas como el ultrasonido, lo cual sin lugar a dudas implica un alto riesgo para el paciente, al tener alta probabilidad de causar eventos adversos, que pueden incluir en la muerte.

Frente a esta situación el Dr. José Ricardo Navarro, presidente de la Sociedad Colombiana de Anestesiología y Reanimación (SCARE), señala que: “se está trabajando en el tema con a llevando a cabo investigaciones y actividades con el fin de lograr que las entidades competentes realicen un análisis detallado sobre el perfil profesional de nuestro país, respecto de la formación que presentan los profesionales extranjeros.

Las autoridades colombianas no disponen de una política migratoria ni de un censo oficial sobre el número de extranjeros en Colombia. El ministerio no investiga a fondo si estos profesionales tienen el mismo nivel de formación de los colombianos y si cumplen con todos los requerimientos, no se comprueba la intensidad horaria de su formación, los créditos en el pensum, no se realiza examen alguno y mucho menos se le realiza un proceso por lo menos de observación de su ejercicio para comprobar habilidades y destrezas previo a otorgar alguna autorización, como si sucede en otros países.

Casos como el de los médicos provenientes de Venezuela que en su programa de formación cumplen cuatro horas a la semana, mientras que los colombianos cumplen 84 horas a la semana, realizando un trabajo directo en clínicas y hospitales de primer, segundo y tercer nivel, evidencian que es necesario implementar mecanismos que hagan más riguroso el análisis previo a otorgar la convalidación de títulos y los permisos de trabajo.

La polémica actual no va dirigida contra las personas sino hacia el debido proceso que se debe establecer por las autoridades para la convalidación de títulos.