Serpa Uribe dice por qué no es conveniente otorgarle el voto a militares y policías
–“Fuerzas Armadas no deliberantes: mejor”, titula un escrito el senador y codirector del Partido Liberal en la web de la colectividad, en el cual advierte que “no estamos en Dinamarca, sino en Cundinamarca” y recuerda lo catastrófico que resultó en el pasado la “politización de las Fuerzas Armadas.
“Por ahora lo mejor es no modificar lo que nos ha resultado bien”, asegura Serpa Uribe frente a la propuesta de devolverle el voto a militares y policías, precisamente tras reseñar las más de una docena de guerras civiles que vivió Colombia cuando quienes estaban en el gobierno tenían sus propios ejércitos y la oposición se ejercía con fusiles, así como las épocas aciagas de la violencia, que enfrentó a liberales y conservadores, que se agudizó con el asesinato de Jorge Eliecer Gaitán y concluyó con más de 300 mil muertos.
Los términos del escrito de Serpa Uribe, son los siguientes:
Roy Barreras es buen político y buen Senador. Tiene cultura y elocuencia y es un consagrado luchador por la paz. Es un personaje que no se contenta con lo rutinario, con lo de todos; tiene ingenio, es innovador en lo público, es un demócrata que tiene ideas y hace propuestas de gran conveniencia.
Para Barreras resulta conveniente que los integrantes de las Fuerzas Armadas puedan ejercer el derecho al voto que consagra la Constitución para todos los ciudadanos. Para sustentar su idea presenta a consideración del País convincentes argumentos. Se abrió el debate y no quiero dejarlo pasar sin consignar algunas palabras al respecto.
Esa propuesta es lo ideal. Ojalá tuviéramos una democracia amplia y madura que nos permitiera gozar de ejemplos tan notables de participación, sin reticencias, sin abusos ni temores. Pero como es tan común decirlo, no vivimos en Dinamarca sino en Cundinamarca.
Basta pensar en lo que fue el siglo XIX, cuando nuestro pueblo sufrió más de una docena de guerras civiles declaradas y más de cincuenta insubordinaciones y rebeliones. Los que estaban en el gobierno tenían sus propios ejércitos, que a bala limpia se enfrentaban contra la oposición, que también se ejercía con fusiles. Si estos ganaban pasaban a gobernar con su ejército, que se dedicaba a exterminar a los opositores. Así era la alternancia en el poder, violenta, macabra, desoladora.
En el siglo XX hubo violencia cuando los liberales en 1930 derrotaron a los conservadores. Y se repitió en 1946 porque los conservadores derrotaron a los liberales. Este conflicto se agudizó con el asesinato de Gaitán y el país vivió la más amarga época de angustia y de terror, en un episodio cruento, sin antecedentes en materia de violencia y sangre, tan grave, que por vergüenza el país ha tendido sobre la llamada “época de la violencia” y sus 300.000 muertos un manto de silencio.
En esos episodios se politizaron las Fuerzas Armadas y fue catastrófico. El País está en la tercera generación después de la violencia y nada de ella saben los jóvenes de hoy, pero es temprano para modificar los esquemas que en materia de Fuerza Pública se crearon con el Frente Nacional, profesionalizándolas y adoptando el criterio de que no pueden ser deliberantes.
El voto significa tomar parte en la contienda partidista. Cuando se delibera en política, fácilmente se pasa a la beligerancia. Soldados y policías están armados y así, junto con su independencia e imparcialidad, es como aseguran el cumplimiento de la ley y el funcionamiento de la democracia, sin política, sin partido.
Mi opinión conlleva un sentimiento de admiración, respeto y solidaridad para las Fuerzas Militares y Policiales. El País trata, con éxito, de lograr la paz y la convivencia. Vamos a experimentar y ojalá a gozar una nueva vida de entendimiento y de paz. Por ahora lo mejor es no modificar lo que nos ha resultado bien. Luego, sin duda, habrá posibilidades de hacer más fuerte y más transparente nuestra democracia. ¡Como en Dinamarca!
* SENADOR DE LA REPUBLICA
* CODIRECTOR PARTIDO LIBERAL