Miles de personas se concentraron este jueves en respaldo a las Madres de Plaza de Mayo y de su presidenta, Hebe de Bonafini, que cumplen su marcha número 2.000, luego de que el mandatario Mauricio Macri definiera crímenes de la dictadura argentina (1976/83) como “guerra sucia”.
Como todos los jueves desde el 30 de abril de 1977, cuando daba sus primeros pasos la organización humanitaria, emblema de la resistencia a la dictadura, las Madres llegaron a la Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada (gobierno) para realizar su ya legendaria ronda en reclamo de memoria y justicia por sus hijos desaparecidos.
La marcha 2.000 de la historia de Madres se celebra a una semana de que un juez ordenara una fallida detención de Bonafini, de 87 años, en una causa por presunto desvío de fondos públicos en un programa de construcción de viviendas sociales con subsidios del Estado, durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner (2003/2015).
En señal de solidaridad, la expresidenta visitó este jueves a las Madres en su sede, a 200 metros del Congreso.
Esta manifestación se produce también luego de que el presidente Macri tratara a Bonafini de “desquiciada” y definiera a los crímenes de la dictadura como “guerra sucia”, concepto que implica la existencia de dos bandos en pugna, rechazado por la justicia.
“Las Madres son un ejemplo de lucha. Se conmemoran 2.000 jueves. La manifestación es en contra de este gobierno neoliberal (de Macri)”, dijo Marcelo Lizarraga, de 44 años, con su pequeño niño durmiendo en sus brazos en medio de los cánticos y los bombos.
“Ni sucia, ni limpia”
Los organismos de derechos humanos de Argentina criticaron firmemente este jueves las expresiones del mandatario.
“Si Macri piensa que nosotras vamos a olvidar está muy, muy equivocado. Esto no fue una guerra sucia ni limpia, fue terrorismo de Estado” durante la dictadura, dijo la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, a Radio del Plata.
El concepto de “guerra sucia” fue empleado en Estados Unidos en la década de 1970 y se refiere al enfrentamientos de dos bandos: uno conformado por militares violadores de derechos humanos y otro de organizaciones armadas de izquierda.
La justicia argentina negó la existencia de una “guerra” y convalidó que hubo crímenes de lesa humanidad en el marco de un plan de “terrorismo de Estado”, que implicó el secuestro, tortura, desaparición, asesinato de opositores políticos y robo de bebés nacidos bajo cautiverio de sus madres.
Bajo este argumento se ha condenado a más 600 militares, policías y civiles, mientras siguen otros juicios.
“Lo que dijo (Macri) es imperdonable”, afirmó Carlotto.
“Macri se equivoca, no puede desconocer los juicios”, dijo la presidenta de Madres Línea Fundadora, Nora Cortiñas, al tildar de “reaccionario” el pensamiento del jefe de Estado.
Premio Nóbel cuestiona a Macri
En una entrevista con el sitio BuzzFeed en la que fue consultado sobre su apoyo o rechazo a los juicios por los crímenes de la dictadura, Macri dijo: “es importante saber bien lo que pasó y darle el derecho a los familiares (de) que sepan definitivamente después de esa horrible tragedia que fue esa guerra sucia, que sepan qué fue lo que pasó”.
Macri también provocó indignación entre activistas de los derechos humanos al desconocer el número preciso de desaparecidos durante la dictadura, estimado en 30.000 por los organismos humanitarios.
“No tengo idea. Es un debate que no voy a entrar si son 9.000 o 30.000, si son los que están anotados en un muro o mucho más. Me parece que es una discusión que no tiene sentido”, dijo Macri al ser consultado sobre este tema.
El premio Nobel de la Paz 1980 Adolfo Pérez Esquivel también se sumó al rechazo a las declaraciones de Macri este jueves.
“No hubo guerra sucia sino una represión brutal impuesta por la Doctrina de Seguridad Nacional” surgida en Washington durante la guerra fría, dijo Pérez Esquivel.
“¿No recuerda Macri a (Adolfo) Scilingo contando por TV cómo arrojaban a prisioneros vivos al Río de la Plata?”, se preguntó Pérez Esquivel, al mencionar al exmilitar condenado en España en 2001 tras confesar públicamente su participación en los siniestros “vuelos de la muerte”.
Como muchas otras personalidades y prensa local, Pérez Esquivel también recordó que esta semana fueron dados a conocer documentos desclasificados por Washington, 1.081 hojas de informes confidenciales que revelan que el gobierno de Estados Unidos conocía y consentía las violaciones de derechos humanos que se cometían en Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay en la época, en el marco del llamado Plan Cóndor. Con AFP