La universidad mexicana en la que el presidente Enrique Peña Nieto estudió la carrera de derecho reconoció el lunes que existió plagio académico en la tesis de licenciatura del mandatario.
La Universidad Panamericana (UP) dijo en un comunicado que: “se encontraron cinco formas de tratamiento de ideas ajenas”, entre ellas “reproducciones textuales de fragmentos sin cita a pie de página ni en el apartado de la bibliografía”.
La revisión a la tesis de Enrique Peña Nieto se dio luego de que el portal Aristegui Noticias diera a conocer, tras una investigación, que el documento presentado hace 25 años por el ahora presidente de México presentaba un 28% de contenido total plagiado y mal citado.
En la revisión de la UP también se señala que se encontraron: “reproducciones textuales en las cuales no existe cita a pie de página pero sí referencia en el apartado de bibliografía. Reproducciones textuales en las que se da crédito al autor de forma ambigua o imprecisa. Casos en los que se da crédito al autor original, pero no a la fuente de la que fue tomada la cita”.
Sin embargo, la universidad dice estar “frente a un acto consumado sobre el que es imposible proceder en ningún sentido”, además de indicar que el reglamento general “no es aplicable a ex alumnos”.
Debido a que se trata de un “caso sin precedentes en el que no existen disposiciones en los cuerpos regulatorios aplicables a ese procedimiento de titulación”, la UP indica que ya le solicitó una consulta técnica a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
La UP depende de la influyente congregación del Opus Dei la cual señala en su sitio web “se rige por un espíritu de trabajo bien hecho, la búsqueda incesante de la verdad y el fomento de las virtudes humanas”.
Entre las múltiples reacciones que desató el reportaje se encuentra la del reconocido historiador Enrique Krauze, quien en un artículo señala:
“En mi caso, el libro Plutarco Elías Calles: Reformar desde el origen aparece citado en la bibliografía pero no en el texto, que toma diez líneas de manera literal sin citar la procedencia”.
A decir de este intelectual “la práctica de utilizar las ideas de otros sin citarlos ha sido muy extendida en México” y lo atribuye a que “los directores de tesis, los sinodales o las propias autoridades académicas tomaban estos textos como un mero trámite”.