Por archivar la investigación disciplinaria contra dos coroneles, los padres del graffitero Diego Felipe Becerra interpusieron una acción de tutela en el Tribunal Superior de Bogotá, en contra de la decisión de la Procuraduría de absolver a dos coroneles de la Policía, de su responsabilidad en la manipulación de la escena del crimen del joven.

Liliana Lizarazo y Gustavo Trejos, padres del menor asesinado en Bogotá por un miembro de la policía, exigen la protección del derecho al debido proceso adelantado a los coroneles José Javier Vivas y Nelson de Jesús Arévalo.

En ese mismo sentido aplica contra el teniente Rosemberg Madrid Orozco, por la alteración de la escena del crimen en la muerte del grafitero al noroccidente de la capital.

Los padres del joven consideran que Jaime Mejía, Procurador Delegado para la Policía Nacional, no debió enviar al archivo la investigación contra los uniformados sin que tuviera en cuenta su condición de padres del joven y víctimas en el proceso disciplinario.

Según el concepto emitido por la Procuraduría, se imponen sanciones solo al sub-intendente Juan Carlos Leal, además de los patrulleros Freddy Navarrete y Nelson Rodríguez, a quienes calificó de responsables de la manipulación en la escena del crimen del joven.