Este lunes se informó que Brasil comprará a partir de 2019 gas natural a Bolivia por medio de Petrobras, pero también de empresas privadas, lo que supondrá un cambio al acuerdo actual entre ambos países que fenece ese año, informaron hoy fuentes oficiales.
El vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, dijo a los medios que el Gobierno de Brasil ya no comprará todo el gas natural a través de su estatal, Petrobras, sino que habrá una especie de “privatización” porque una parte del comercio lo harán las privadas.
Dijo que el nuevo presidente de Brasil, Michel Temer, liberará a las compañías privadas para la comercialización del energético.
“Brasil seguirá comprando gas, pero una parte lo hará Petrobras y otra parte lo harán empresas privadas”, dijo García Linera, citado por la agencia estatal ABI.
Expresó su confianza en que Brasil seguirá necesitando gas natural de Bolivia por mucho tiempo más, ya que su crecimiento, aunque ahora es más lento, “genera una dinámica de mucho consumo”.
La venta de gas a Brasil es uno de los pilares de la economía de Bolivia, que ahora está afectada por la reducción de los precios del hidrocarburo que está indexado al del petróleo.
El contrato actual entre Petrobras y la estatal boliviana YPFB cumplirá veinte años y fenecerá en 2019, lo cual obliga a las partes a negociar nuevas condiciones para el suministro del gas.
El embajador boliviano en Brasilia, José Kinn, que se encuentra en Bolivia tras haber sido llamado a consultas a fines de agosto, afirmó hoy que no es correcta la percepción de la oposición de que Brasil comprará desde 2019 solo la mitad del volumen actual que se exporta, de 31 millones de metros cúbicos diarios.
“Es una información errónea, incompleta, que tergiversa el fondo. Petrobras nos compraría la mitad, pero la otra parte nos la comprarían las empresas privadas que están planteando al Gobierno de Brasil comprar directamente a YPFB”, dijo el diplomático.
Según el embajador, la agenda de conversaciones entre Brasil y Bolivia sigue vigente e incluye las negociaciones sobre el gas natural, la construcción de un tren bioceánico y la compra y venta de energía eléctrica y de urea química.
El presidente Morales llamó a consultas al embajador Kinn para protestar contra la destitución de la mandataria brasileña Dilma Rousseff, acción que el gobernante boliviano consideró “un golpe parlamentario” contra la democracia brasileña. Con EFE